Publicado en Familia, Maternidad, Personal

Crónica De Un Parto Muy Anunciado II

Viernes 31 de Agosto del 2012

7:00 p.m.

Como quien da un paso al vacío sabiendo que no hay red de protección, con los ojos cerrados y confiando plenamente en Dios, «En tus manos estoy Señor» comencé a repetir.

Apenas puse un pie en el taxi le llamé al celular a mi partera:

-Estoy de 5 de dilatación- le dije
-¿Y las contracciones?- me pregunta
-Muy irregulares, me dan, se me quitan, me duelen, me quedo dormida.
-Mmmh… se me hace muy raro, llámame en cuanto estés en casa.
-Ok.

Llegando a casa, un poco más calmada, le marco de nuevo, me dice que va a llamar a la Doctora que le auxilia y que se lanzan a verme. Yo ando como gallina sin cabeza, camino, me siento, me paro, camino de nuevo, hago un pozo en el pasillo.

9:00 p.m.

MiEspo ya está en casa, anda nerviosón, se pone a ver televisión. Me agüita un poco, esperaba otra reacción, supongo que es como autodefensa, no querer darse cuenta de que realmente está comenzando el parto. Al fín llegaron la partera y la doctora, traen consigo la alberca, puesto que pedí tener parto en agua, traen también una bomba para inflarla, algunos hules para cubrir el suelo, MiEspo coloca la manguera extralarga que compramos con antelación, para poder llenarla desde el baño y no tener que cargar tinas.

Ya me había comentado la partera que muchas mamis se quieren aliviar en agua y terminan aliviándose de pie, sentadas o en cunclillas. A ver como me va a mí.

Traen consigo otras cosillas que se van a usar en el parto, sinceramente ya no presto atención a todos esos artilugios, me urge saber si estoy o no de parto. Bien, mi partera me revisa, me hace un tacto, he de decir que el ginecólogo me dejó un poco lastimada, ella es muy cuidadosa pero de todos modos me duele.

-No, no tienes 5 de dilatación, tienes 3; por eso es que las contracciones no se regularizan. 😦 ¡Oh, no! ¿Y ahora? ¿Otra semana con contracciones falsas? D:

Ya me había explicado, que llegando a 4 de dilatación no había vuelta atrás, empezaba el parto y seguía hasta el final. Ahora me dice lo siguiente:

Como ya has tenido otros partos el cuello del útero está más blando, y se puede estirar hasta 5. Pero más adentro, le falta «borrarse», ahí apenas estira hasta 3. Podemos hacer dos cosas:

  • Si ya estás desesperada por aliviarte, podemos inducirlo naturalmente: podrías tomar aceite de ricino lo cual te provocaría las contracciones de inmediato (Pero… ¿Voy a estar con las contracciones, los dolores, vomitando, con diarrea y torzones?) y su efecto en el organismo te dura menos de 6 horas (¡Mmmm, nel no se hace!); podrías tomar el té de cominos (no me da confianza, la verdad, ya vinieron a ofrecérmelo en dos ocasiones); inclusive si quieres, podemos romperte las membranas (¡No, no quiero! ¡Quiero que todo sea natural, que todo siga su curso, no quiero nada inducido o forzado o artificial!).

¡Ay amá! Sí estoy desesperada, pero no quiero intervenciones. En eso me entra una duda: ¿Y si … mi cuerpo no puede generar un parto natural? Me han inducido en las dos ocasiones anteriores, si no soy capaz… ¿si no puedo? ¿si me estoy empecinando en algo que no…? ¿si por mi terquedad MiNene se ve afectado? ¿? Dudas, dudas, dudas.

  • O bien, le damos tiempo a la naturaleza para que siga su curso. Según como te sientas más segura, si tú quieres y te sientes cómoda, podemos quedarnos aquí toda la noche (es decir, la partera y la doctora, quedarse a dormir en mi casa), esperar a que se te regularicen las contracciones y hacer el trabajo de parto. Pero en mi experiencia y viéndote así como vas, te aconsejaría que duermas y descanses lo más que puedas, de otro modo, vas a estar despierta toda la noche y mañana en la madrugada o por la mañana cuando se desencadene el parto estarás tan agotada que no podrás pujar. Mejor, trata de dormir y mañana ya «descansada» le damos con todo, si no has comenzado el trabajo de parto, te hacemos que lo comiences. Igual si te dan los dolores en la madrugada, nos llamas. ¿Cómo ves? ¿Qué decides?

11:00 p.m.

Sobra decir que me decidí por la segunda opción, yo sentía que YA pero mi cuerpo decía NO. Y les pedí que se fueran a sus casas, también ellas necesitaban descansar y yo las quería frescas para el gran momento. A este punto mi cansancio era tal, que aunque tuviera muchísima emoción, me quedaba dormida.

Mija me mira de un modo especialmente cariñoso y tierno. Le pregunto que tiene, si siente miedo. Me contesta que no, me abraza fuertemente, me aplasta la barriga. Me dice que quisiera que MiMamáGelo estuviera presente y viera nacer a su hermanito. Le digo que así será, desde el cielo ella nos ve y ese niño por nacer es un ángel que ella nos envía, por eso, en su nombre lleva parte del nombre de su bisabuela 😉

Sábado 1 de Septiembre del 2012

4:00 a.m.

He pasado toda la madrugada con dolores fuertísimos, MiEspo me ha dicho chopetecientas veces que le llame a la partera, ya llenó la alberca con agua calientita, lista para meterme cuando yo quiera… pero no quiero todavía, sigo esperando a que me den más fuertes  y más constantes, ahorita me dan cada 4 minutos y luego cada 2 minutos y luego me quedo dormida y el dolor me despierta (ahora sí estoy al revés 🙂 )

5:00 a.m.

Prendo el Cirio Pascual, rezo unas oraciones a la Vírgen María en su advocación de Schoenstatt, le hablo al retrato de MiMamáGelo, enciendo el incienso, tengo calor, tengo frío, en Dios confío.

6:00 a.m.

Finalmente me decido y le marco a la partera, ya no se me han quitado, ya no puedo dormir, ya no quiero caminar, ni sentarme, ni pararme, ni botar en la pelota, ¡No quiero nada!

7:00 a.m.

Llegan ambas, partera y doctora, me revisan, me toman la presión, revisan el ritmo cardiáco de MiNene, todo muy bien. Almorcé desde las 6:00 a.m., ya no tengo hambre, pero sí tengo mucha sed, luego náuseas, luego sed.

Me están cronometrando las contracciones, cada vez me duelen más. Que lejos se ven aquellos vídeos de partos orgásmicos, tal vez si hubiera tomado otro curso de yoga, conectándote con tu YO interior, o Meditación Trascendental, qué se yo. Pero no lo hice, me limité a escuchar a mi cuerpo. Y mi cuerpo me dice que duele… y mucho y que es apenas el comienzo.

Me piden que me relaje entre contracción y contracción, trato lo más que puedo. Recuerdo que cuando esperaba a Mija sí tomé un curso de yoga para embarazadas, me enseñaron a relajar y a aislar ciertas partes del cuerpo, eso hago, intento relajar la espalda, se me arquea como un gato amenazado, y siento que no la puedo controlar. Sí, no, sí, no, no sé… no sé ya…

A partir de este momento, dejo de mirar el reloj, ya bastante presión tengo, no quiero saber nada de nada, creo que me empiezo a poner de malas.

Me piden que vayamos a caminar, para ayudar a que MiNene termine de bajar; no quiero ni moverme, francamente, no sé como voy a soportar, no quiero, no quiero, me duele todo y creo que estoy perdiendo el control de mi cuerpo, como si alguien más lo moviera por mí. Vamos, me ayudan a levantarme, ¡A caminar! A darle la vuelta a la manzana. Me llevan  apoyándome con cada una a mi lado, aprovechamos para que la doctora vaya a la tiendita a comprarme unos jugos, me gustan de mango, no encuentra y me trae de guayaba, ya MiEspo me había traído también de guayaba y lo vomité temprano, no supe si por el sabor o por las hormonas o por vaya usted a saber porqué, el caso es que fue pa’ fuera.

Evito pasar por casa de mi suegra, quien vive a la vuelta de la mía, como no está de acuerdo en que me alivie en casa si paso tendré que dar explicaciones y ahorita lo único que quiero es mentar madres ¡A la fregada! Yo que no digo groserías a menos que se me suba lo Rodríguez a la cabeza, creo que estoy siendo poseída por algo más allá de mí ser. ¡Chicles! ¡Chicles con chile! ¡Chicles con… ARGH! Doy tres pasitos y me encorvo toda a lo Gollum, ¡Ufff! ¡Que me parto!

Una vecina, desde la acera de enfrente, me grita si estoy bien, si necesito ayuda… ¡No gracias! Me sonrío cual Merlina en los locos Adams 2 ¡Estoy bien! ¡Sólo estoy casi pariendoooooooo!

Con todo, todavía tengo ánimo para platicarles algo de mi vida a MiPart(era) y a la Doc. Entre otras cosas, lo curiosas que son mis vecinas, que me han rondado toda la semana diciéndome que ya me tardé mucho en alumbrar, que si me voy a quedar de muestra, etc. También que se asomaron todas asustadas cuando MiPart llegó con sendo tanque de oxígeno y otras monadas para el gran día, supuestamente por aquí nadie sabía lo del parto en casa, a excepción de unos pocos amigos que no hablan con mi suegra. Pero como ya había comentado, mi suegra ya sabía, tuve que decirle a MiMamáO (quien por cierto hoy estaba en su casa)… y algunas vecinitas sospechaban cosas raras… en fín, que no me gusta andar dando explicaciones y ahora, sábado por la mañana, me andaba pavoneando (si así se le puede decir) en plena calle… la discreta me dicen.

Iban por la acera de enfrente un jovenazo y su mamá (imagino), él se me queda viendo con los ojos cuadrados, le pregunta a su mamá que qué es lo que me pasa, ¡ah! responde ella, está dando a luz… ¡Ajá! Me salí a parir a la banqueta… ¡ARGHHHHHH!

Regresamos al fín a casa, ¡Que vuelta tan eterna! A hidratarme, me dan el jugo, de rato leche con chocolate, le pido hielos a Mija, luego agua, más jugo, Mija va y viene, va y viene, MiEspo va y viene, va y viene, MiBeba se queda en el cuarto sentada en la cama observando todo muy atenta… Que quesadilla, que líquidos, que la toalla, que vacíen la alberca, que llenen la alberca, que sí, que no, que caiga el vacilón, que ya mero, que todavía no…

Alguien viene a buscar a MiEspo, se tarda las mil eternidades en volver al cuarto, parece que es un cliente ¿Porqué no lo corre cortesmente y le dice que su esposa está de parto? ¿Tendré que ir a gritarle yo misma en persona? ¡Algunas gentes no tienen consideración! Lo necesito aquí, a mi lado. 😦 Me siento sola.

¡Ahora sí me dicen, no hay vuelta atrás! Mientras me atacan las contracciones me viene a la mente @IamElisol quien me recomendó rendirme ante las mismas, me rindo, no las evito, ni las quiero contrarrestrar, simplemente no puedo, MiPart me da masajes en las rodillas, en los hombros, me ayuda a vocalizar, me recuerda como respirar, la Doc también me da masajitos, me toma las manos, me dice que la apriete si quiero, no, no quiero apretarle las manos, siento que se me va la energía por los dedos y la necesito para resistir el resto de la jornada, MiEspo está en friega con la alberca al igual que Mija, ya la llenan, ya la vacían.

Sigo sentada en un sillón, no sé ni como estar, me dicen que tengo la espalda muy tensa, pero ya no tengo chance de relajarla, las contracciones no me dan tregua, empiezo ahora sí a desesperarme ¿Cuánto tiempo más voy a estar así? ¡Ya debería avanzar algo! Que les avise cuando quiera pujar, pues ya quiero pujarrrrr, tantito pero yaaaaaa.

Tengo muy, muy presente a MiMamáGelo, ella me acompañó al nacimiento de Mija, estuvo conmigo en el hospital, la escuchó llorar, me motivó a salir de la depresión pos-parto. Cuando nació MiBeba vino a ayudarme un fin de semana, luego me llamaba diario y me aconsejaba para su cuidado. Ahora no está, sólo la tengo en una fotografía en el buró de mi recámara.

Le estaba platicando a la Doc, que yo no había gritado con Mija, que con MiBeba sólo lloré un poco ¡No llore señora, puje!»), que me contenía mucho, mucho. Entonces, ambas me dijeron, que si quería gritar gritara, que si quería llorar lo hiciera, que no me contuviera. ¡Sale! Ya me dieron permiso de mentar mentas, ora se aguantan. ¡Awwww! ¡Ahmmmmm! ¡Ayyyyy weeeeeee!

Tengo una cara muy sincera, todo se me nota, viéndome como estaba, la Doc. se puso a leerme citas bíblicas… ¡Oh Dios Mío! ¡Sé que estás conmigo! Tu palabra, tu presencia Señor, me dan tanta confianza, por un momento dejé de concentrarme en el dolor, cierro los ojos, no puedo mantenerlos abiertos, me recreo en el sonido de su voz… «Si Dios permitió que este nuevo ser se creara en tus entrañas y creciera dentro de tí, también permitirá que nazca y que todo salga bien, según su Voluntad»

Una inmensa dicha me invadió mientras la lectura bíblica seguía, yo con los ojos cerrados ví claramente como se iluminaba la habitación, sentí la presencia de Dios, Jesús del lado izquierdo, el manto de la Virgen hacia el lado derecho y… no me lo crea si no quiere, pero en medio de ellos ví a MiMamáGelo, sonriente, radiante, con su molachillo en la boca, su piel sonrosada, feliz, tendiéndome la mano… yo la tomé y comencé a llorar de felicidad, de alegría, de emoción… Dios, la Virgen, MiMamá estaban ahí conmigo, diciéndome que todo estaría bien, sólo necesitaba abandonarme…

Mija a mi lado dándome besos y más besos, acariciándome el cabello, diciéndome: –Tranquila mamá, todo está bien, Si Jesús cayó y se levantó ¡Tú también puedes!

¡Órale pues! Me desvisten, me ponen una bata que me presta MiPart porque yo ni bata tengo ¡caray! me meto a la alberca, esto apenas empieza… ¿Qué horas son? ¡Sepa la bola! No tengo la más mínima noción del tiempo…

La alberca ha sido vaciada, vuelta a llenar, vuelta a vaciar; ya que se me enfriaba el agua a cada rato. Encima se empezó a desinflar. Ponen de nuevo la bomba portátil a pilas que trajeron para inflarla, hace mucho ruido y se tarda bastante en hacer su tarea. Se le acaban las pilas. Yo con mis dolores. MiEspo tiene que inflarla «a mano», es decir «a boca». Ahí está el pobre hombre, poniéndose verde cual Hulk, infla que ifla, sopla que sopla, con todo el cansancio y la tensión acumulada, mientras yo… lo siento no puedo evitarlo… empiezo a gritar bajito, mediano y alto… no puedo, en serio no puedo evitarlo, esto es más fuerte que yo…

Ya mi cuerpo no me pertenece… cada vez grito con más fuerza… no sé de donde me salen tales alaridos, espero no asustar a MiBeba y a Mija… no, no están asustadas, están tan tranquilas que me espantan a mí… dejo de verlas, sigo con mis ojos cerrados, no tengo cabeza para pensar, ni para hablar, ni para nada que no sea gritar… ya no quiero hacerlo, no quiero gritar más, me estoy desforzando, más no puedo, no puedo evitarlo… siento un poco de vergüenza, pero me la aguanto, ya a este punto me vale madres quien me escuche y quien no ¿En que estaba pensando? ¡No lo vuelvo a hacer! ¡Yo no conocía este dolor! ¡Jamás lo había sentido! ¡No fue así con Mija ni con miBeba! ¡Oh Dios mío! ¡Me muero! En algún momento creí que sería más fácil por las experiencias pasadas, no ha sido así…

Apenas alcanzo a respirar, el aire está muy sofocante, estamos encerrados en mi cuarto, el cuarto de papá y mamá, MiPart, la Doc, MiEspo, Mija, MiBeba y yo… el vapor que emana del agua calientita y yo sudando a mares, parezco Benny Hill, me siguen hidratando a pesar de mis quejas, ya no quiero beber nada, ¡cómo de que no! me siguen dando agua, jugo, hielos, siento frío en la espalda, en los brazos, los cuales tengo agarrados de unas asas especiales en la alberca… tengo escalofríos, todo el cuerpo me tiembla, esto me ha pasado en los 3 partos, me pongo a temblar como gelatina a medio cuajar… ¡Brrrr! ¡ARGHHHH! ¡AWWWW! Si fuera de noche ya estaría aullando… momento, creo que ya lo hice, ya ni sé…

Han timbrado a la puerta, es MiMamáO, le digo a Mija que le diga que espere, no quiero que entre al cuarto, verla ahí me causará más tensión, lo siento por ella, porque me escucha como estoy gritando y no puede hacer nada más que rezar, pero ya no quiero a nadie más en esta habitación, creo que estoy hasta gruñendo cual león enjaulado. No era así como me lo había imaginado, pero ¿qué más da? Es mi parto, no puedo no sentir nada como otras amigas que no les ha dolido… ni puedo reír porque me duele tanto…

Siento que no avanzo nada, a pesar de todas las porras que me echan tanto MiPart, como la Doc e inclusive MiEspo, que soy muy valiente (¿Cual? ¡Ya me estoy rajando! ¿Aquí no se puede una césarea? ¡o jálenle al cordón de perdis!), que soy muy fuerte (¿Fuerte yo? Pero sí estoy que me desmayoooooo, no puedo más, no siento la cabeza, me voy a dejar, me voy a desmayar, háganle como puedan, yo en la esquina bajaaaaaan), que voy muy bien (no puedo respirar, no alcanzo a agarrar aire, me ahogo, ¡Madre mía de Guadalupe! ¡Quiero a mi mamáaaaaaa! ¡No mejor no! ¡O bueno sí!).

Pujo, pujo y no percibo progreso alguno, el esfuerzo que hago es como si no hiciera nada, el agua me regresa toda la fuerza, aparte siento que me aplasta por encima la panza. Si bien, sentí menos dolor lumbar cuando me sumergí en la alberca, ahora es como si nada pasara, no avanzo nada, no baja nada, no nace 😦 …

Mis gritos se escuchan en la privada de atrás, una vecina sale corriendo de su casa y se topa con la señora de la papelería, ambas recorren la cuadra buscando a quien está desgañitándose de ese modo, así llegan a mi casa, como ven que el candado no está puesto se meten a la cochera, tocan con insistencia la puerta, sale MiMamáO. Ellas pensaban que estaba yo sola pariendo en casa, querían ayudar, miMamáO les explica que están MiEspo, MiPart y la Doc. Se van compungidas. :S

Casi al instante aparecen en escena mi cuñada y la señora de la tiendita de la esquina, mi cuñada de plano también se mete a la casa, y se pone a discutir ¡Con MiMamáO! ¡Que qué son esos gritotes! ¡En el IMSS no las dejan gritar! ¡¿Porqué no se la llevan al Seguro?! ¡Cierre todas las puertas que se le mete la contaminación! Ya estaba muy decidida a entrar a mi cuarto, pero MiMamáO se lo impidió, alegando que decía la Doc. que nadie debía de entrar. Se retiró súper enojada. 😦

No sé sinceramente, cuanto tiempo ha pasado, todos me siguen dando ánimos, palabras de aliento, nadie me ha regañado, son muy pacientes conmigo, yo siento desfallecer…

MiPart no puede tomarle bien el ritmo cardiaco a MiNene dentro de la alberca, mi presión está bien, yo me siento fatal, no creo poder soportar más. Me sugiere que me salga un momento de la alberca para hacerme un tacto y checar que de veras esté de 10 de dilatación, porque tal vez tenga menos y esté sobre esforzándome, lo cual podría desencadenar en más daño que bien.

Como pude me levanté, salí en tres capítulos, ahora siento mucho más frío, con toda la bata mojada pegada al cuerpo, los dolores a todo lo que dan… efectivamente, estoy toda dilatada, ahora sí, me preguntan si quiero volver a la alberca, contesto que no, ya no quiero, me dicen que en qué posición estoy más cómoda ¡En ninguna! Me doy cuenta que parada no puedo estar, así que me sugieren me ponga en cunclillas, así lo hago mientras MiEspo se sienta en un banquito, para sostenerme por la espalda, grito un poco más, no alcanzo a tomar el aire…

-Respira, mándale oxígeno a MiNene- Me susurra al oído MiEspo.

-¡Ya se le ve el pelito! ¡Vamos, vamos!- Me anima MiPart.

-Ahora sí, necesito que ahogues tu grito, te lo tragues y con esa fuerza pujes todo lo que puedas, tu hijo está por nacer- Ya no sé quien me dijo esto, si MiPart o la Doc… ¿Quién fué?

-Falta poco para que lo tengas en brazos, ya casi lo tienes, sólo puja un poco más- La Doc.

Pujo, ahogo el grito que me hace explotar por dentro, creo que todo mi minúsculo cuerpecillo se desbaratará en la próxima contracción, no sé si podré… ¡ah! pero yo sé respirar, yo ya he pujado, yo ya fuí madre dos veces, yo… yo… yo sola no puedo…

-¡Ayúdame MiPart! ¡Ayúdame por favor! – Le imploro a punto del desmayo.

-¡Sí, sí te ayudo! – Me contesta con toda la autoridad y seguridad del mundo.

Introduce sus dedos en mí, me presiona y me indica en dónde debo hacer fuerza para que ya nazca MiNene. Estoy coronando, pero tengo la sensación de que ya salió la cabeza, no me atrevo a abrir los ojos,  y ¿Qué tal si se me queda a medio camino? ¿Si se me queda atorado? ¡OMG! ¡Dios Santísimo ayúdame!

-¡Está por nacer! ¡Ya viene!

Mija se había aburrido de tanto grito y sombrerazo, se fue a ver la TV.

-MiBeba: ¡Dígale a Mija que venga, grítele a su abuelita que venga corriendo, que ya va a nacer MiNene!

-¡Sí mamá! ¡Herrrmanaaaaaa, Abuelitaaaaaa ya va a nacer el hermanitooooooo!

¡Ayyyyyyyy! Siento que me voy a hacer del bañoooooouuuuu… un último pujido… Un ardor increíble que me quema por dentro… ¡Ya nació! ¡YA NACIÓ MINENE!

1:08 p.m.

-¡Gloria a Dios!– La Doc.

-¡Ya está aquí tu bebé!– MiPart

-¡Hola  MiNene, soy papá! – MiEspo

-¡Bendito mi Padre Dios! Mira nuestro hijo: ¡es perfecto! ¡es bello! ¡es mío! ¡Nuestro hijo! – YoMera

-¡Hola mi corazón, soy mamá, todo está bien, te amo, te amo tanto!- YoMera

P.D. La mano de Dios se hizo presente en todo momento:

  • Fíjese en mi lista de «No quiero volver a pasar por esto», Dios me lo concedió, punto por punto.
  • Hubo un momento en que el latido de MiNene bajó peligrosamente, MiPart me dió indicaciones de respirar profundo porque el bebé peligraba, yo asentí con la cabeza, pero en realidad no escuché nada, el que me hizo reaccionar fue MiEspo hablándome al oído, como si me sacudiera. MiPart le hizo señas a la Doc. para que preparase lo necesario para darle reanimación a MiNene cuando naciera. Afortunadamente y Gracias a Dios, todavía no le salían los pies cuando ya estaba llorando, no necesitó ningún estímulo extra.
  • MiNene salió enterito en un solo pujido, normalmente nace la cabeza, se gira un poco y luego salen los hombros y el resto del cuerpo. Él nació de un sólo tirón. 🙂
  • No fue necesario limpiarle las fosas nasales a MiNene, con el llanto fue suficiente, no pasé de nuevo por la horrible experiencia de verle casi morir como a MiBeba.
  • Con mis hijas el calostro me bajó al tercer día, la leche al sexto día. Con MiNene, el calostro estuvo disponible inmediatamente al nacer él.
  • No sufrí la episotomía, tuve un ligero desgarre, del cual ya cicatricé.
  • Por mis antecedentes, MiPart esperaba una hemorragia fuerte, ya venía preparada para ello. Sin embargo, me dice que he sido de las que menos ha sangrado.
  • Debido a que tengo los músculos abdominales muy separados MiPart preveía un parto largo (aunque a mí me pareciera eterno) me dijo que fue realmente rápido, hay mamis que han estado 4 días con trabajo de parto.
  • Simplemente desde el momento de la concepción, por mi edad, era probable que tuviera muchos problemas y fuera de alto riesgo. No fue así, todo marchó de maravilla.
  • Ni siquiera he tenido depresión posparto, que me dió bien fuerte con las niñas.
  • MiPart me dijo, que quería que yo me diera la oportunidad de vivir el parto sin intervención alguna, que me convenciera de que sí podía tener un trabajo de parto de manera natural… y así fue.
  • Se pudieron presentar mil y un situaciones de último momento, por lo que teníamos previsto marcharnos en el auto de la Doc. al IMSS si algo pasaba. No fue necesario.
  • Como Dios fue poniendo en el camino a las personas adecuadas y las situaciones acertadas; para que todo fuera cayendo en su lugar.

Gracias de corazón, a Dios por brindarme este regalo de un tercer hijo, mi primer varón; a MiEspo por su amor incondicional, a Mis hijas por su paciencia, a MiMamáO por su invaluable ayuda, a MiPart por todo lo que me enseñó, a la Doc. por sus cuidados, a MiGine por sus atenciones, a mi familia por ser mi soporte, a mis amigas por sus oraciones, a las vecinas por estar, a mi gente linda de Twitter y de Google + que siempre me animó, me acompañó y me comprendió durante todo este proceso. Gracias a tí que me estás leyendo, por ser parte de esta historia.

Juan 16:21;

«La mujer, cuando va a dar a luz,
siente angustia porque le llegó la hora;
pero cuando nace el niño,
se olvida de su dolor,
por la alegría que siente
al ver que ha venido un hombre al mundo.»

 

P.D.2 Una imagen dice más que mil palabras, entonces nueve imágenes dicen más que nuevemil palabras…

 P.D.3 ¿Sabes quien tomó estas fotos? Mija fué. Ehm, se suponía que tomaría vídeo, pero a la hora de la hora, si no es porque le pido que agarre la cámara, se le habría olvidado. Mejor no me quejo y le agradezco que haya dado fé de los hechos. 😀

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Crónica De Un Parto Muy Anunciado I

Sábado 25 de Agosto del 2012.

12:22 a.m.

Tengo fuertes dolores lumbares, como si la cintura y cadera se me abrieran desde adentro y me rompieran en dos.

Creí que eso era todo, pero no. Según yo, tenía contracciones de Braxton por ahí de las 9:00 p.m. No tomé mucha importancia la verdad, porque tengo semanas con ellas. Pero llegando las 10:00 p.m. y mientras platicaba con una buena amiga, se me puso la panza dura, dura y me dolió mucho el área del pubis, como si MiNene empujara hacia afuera. Le comenté esto a ella y me dijo, que probablemente ya sean las verdaderas.

Por ahí de las 11:00 p.m., ansiosa, algo nerviosa y a la vez contenta, me puse a ¡planchar! (¿apenas?) la ropita del bebé, que tengo de hace meses y acomodar el cajón con sus cosas (incluyendo los regalos de @jazcitas y @faithsunflower).

Y es que, oiga usted, no importa que sea uno primeriza, o con experiencia, no. Cada parto es diferente. Con Mija las contracciones comenzaron fuertes y siguieron fuertes y nunca bajaron ni subieron, era como una bomba que explotaba y volvía a explotar. Todo lo sentía en la parte baja del vientre. Lo único que coincide es ese dolor lumbar que me descuajeringa. Ese mismo dolor que me despertó hace 11 años, exactamente a las 12:00 a.m.,  tal como había dicho la Ginecóloga y que culminó a las 4:20 a.m. de ese día.

Con MiBeba la cosa fue diferente. También me rompieron membranas, como con Mija, pero… las contracciones empezaron medianitas, fueron subiendo, siguieron fuertesonas y ya no bajaron. Aquí el dolor se centró en la parte alta del abdomen, que de plano yo estaba segura, MiBeba saldría disparada cual Alien invadiendo un cuerpo ajeno. Me provocaron el parto a las 10:00 a.m. o algo más tarde, me alivié por allá de las 5:40 p.m., después de mucho esfuerzo, y de litros y litros de líquido amniótico (¡exageré!).

Por eso ahora, no sabía como identificar estas contracciones. Porque están suavesonas e irregulares. Pero de momento, siento mucho dolor. Entonces no están tan suavesonas…

Bueno, ya que estamos en esto, y no sin antes aclarar que no sé en que termine el asunto… es decir sí sé en que va a terminar, lo que no sé es cómo… va aquí una confesión:

Decidimos tener parto en casa. No fue una decisión tomada a la ligera, la pensamos mucho, la investigamos mucho, la oramos mucho…

Sí hay parteras (¡ay, ouch arghhh!) en la región, lo que yo no sabía era ¿dónde podía encontrar una? Un buen día, una buena amiga vino a visitarme y se me ocurrió comentarle. Resultó que ella conocía a una partera muy joven, pero con experiencia, al tiempo me pasó sus datos. Tardé un par de meses en contactarla, porque creía que me iba a cobrar cada consulta y por ese tiempo no había dinero. Al fín me decidí y le llamé, mi amiga ya le había hablado de mí y nos pusimos de acuerdo. Yo tenía mucha ansiedad por conocerla, tuve que esperar otros 15 días más, porque organizó una reunión donde estaríamos varias mamás para que nos informara del procedimiento, ventajas, estudios, etc. que, yo la verdad, no necesitaba nada de eso, ya estaba completamente convencida, sin conocerla y sin toda esa información (que alguna ya la sabía) de que quería parto en casa.

Asistí a la reunión y llevé a una amiguita embarazada conmigo, ambas quedamos fascinadas y decididas a tener a nuestras criaturas en casa. Luego, la partera tuvo que salir de la ciudad, y el viaje que en un principio duraría 2 semanas se alargó a un mes y creo otra semana. Ya estaba muy desilusionada, pues al mismo tiempo mi ginecólogo particular se había quedado sin contrato en el IMSS, el contrato de MiEsposo  estaba por vencer, así ya no tendría ni  Seguro ni dinero para pagar un particular. 😦

Siempre he pensado en tener alternativas, así mi plan A: aliviarme en casa. Y si algo salía mal, entonces mi plan B: ir al IMSS. Estaba realmente muy angustiada cuando sucedieron estas cosas, inclusive bajé de peso y me dió anemia. Pese a todo, no perdí la fe en que Dios prepararía el camino para que todo saliera bien. Le renovaron el contrato a MiEsposo, también a mi Ginecólogo y después de un tiempo, la partera volvió a casa.

Estando ya bien animadota, la semana pasada con lo del nivel 8 del líquido amniótico, me dijo la partera que era riesgoso para el bebé si bajaba a 5 o menos. Ya me estaba haciendo a la idea de parir de nuevo en el IMSS, pero siguiendo sus consejos y otros que me dieron, logramos subir (a Dios gracias) a 10. Ya con esto, la cosa cambia. ¡ Y mucho!

Para no hacerla más larga y porque acabo de descubrir que tengo un manchadito de sangre, hoy que el doc. me dijo que estaba todo bien con el líquido amniótico, mi partera me dijo que esperaba mi llamada a cualquier hora inclusive de madrugada. Voy a llamarle y que sea lo que Dios quiera.

1:30 a.m.

Yo no sé, pero muero de hambre. Me preparo una quesadilla con tortilla de harina y… sí adivino usted, con queso de rueda ¡directititito del mismísimo Fresnillo, Zacatecas! Mis compadritos que vinieron a la Primera Comunión de Mija, tuvieron a bien traerme, no uno, ni dos, sino como dos y medio kilo de queso de rueda MENONITA. Así que si MiNene no baja, no será por antojo de queso, no señor. *Ella pone los ojos en blanco mientras babea cual perro de Pavlov y aguanta otra contracción*

3:00 a.m.

Le marqué varias veces al celular, no me contestó sino hasta la cuarta o quinta ocasión. Algo anda mal con su celular, porque ni siquiera me registró como llamada perdida. Todo lo que le comenté es signo de que el parto va en marcha, me recomendó seguir tomando mucho líquido, principalmente agua, respirar en las contracciones y tratar de descansar. He tenido las contracciones cada 20 minutos, muy intensas y dolorosas, el foco se localiza en la cintura y recorre hacia el frente a la parte alta y luego baja del vientre. La panza dura como sandía y esa sensación de que alguien me revienta por dentro. Deben ser regulares, hasta que las tenga cada 4-5 minutos entonces comenzaríamos con el parto en sí.

Por ahora me dice que tome una ducha caliente para aminorar las molestias, que se me calman o que me dan más fuertes. Plenas dos de la madrugada y yo duchándome de nuevo. Me dan más fuertes y pienso para mis adentros: llegó la hora. Con el baño también me relajo un poco, luego de alistar el cajón de MiNene, guardar ropa de las mijas, despejar una cama perdida entre varios cerros de ropa y encontrar el jumper escolar que Mija traía perdido desde el martes -¡Wiiiiii!- me entró un sueño que parecían tres. Me acuesto a «descansar» y esperar que las contracciones se regularicennnnnnn zzzzzzz ZZZZZZ!

9:00 a.m.

¡Que chistoso! Me quedé profundamente dormida y ya no supe si me dieron o no, fuertes o suaves, falsas o verdaderas. El hambre me levantó, a las 7:00 a.m. desayuné ligero. Las contracciones siguieron, pensé en ponerme a lavar u ordenar el tiradero. La cabeza se me fué pa’tras y se me cerraron los ojos de nuevo. Tengo demasiado sueño, yo me voy a la cama, con todo y vientre empedrado. Desperté de nuevo a las 9:00 a.m. a comer algo y a beber más agua. Y al baño. Estoy viviendo entre mi cuarto y el sanitario, con breves viajes a la cocina. Voy, vengo, voy.

Esta vez es mi partera quien llama, quería marcarme más temprano pero pensó que aún dormía. Y tenía razón. Pues bueno, quedamos de llamarnos durante el día según ocurran las cosas. Me ducho otra vez, sí que le hace, necesito sentir el agua calientita en mi espalda. Sigo con los manchaditos de sangre, no es viva, sino color café.

12:00 p.m.

Que me caen las compañeras catequistas. Que me organizaron un Baby Shower (Fiesta de canastilla) Express. Vienen armadas con refrescos, burritos, deshechables y regalos. ¡Divinas ellas!

Entre platica y platica, contracción y contracción, nos cae el Párroco, que también viene a echarme porras y a regalarme sendas latas de leche en polvo. ¡OMG! Estoy tan contenta, yo que no tenía ánimo de nada, pues ya me pusieron de buen humor. Y luego de mal humor con algunos comentarios totalmente fuera de lugar. Y luego de buen humor al tomarme esos comentarios a broma.

6:30 p.m.

Vienen a verme mi partera y la doctora que le asiste. Me revisan entre las dos y encuentran que todo está muy bien. Las contracciones siguen irregulares. MiNene resultó muy reactivo: 4 reacciones en 5 minutos 🙂 me comentan que otros bebés toman hasta 20 min. para presentar 2 reacciones. La Doctora nos felicita por haber tomado la decisión del parto en casa, dice será una experiencia inolvidable. El manchadito de sangre indica que se está adelgazando el cuello uterino, los dolores lumbares son a causa de que MiNene tiene su espalda contra la mía, necesita girar hacia un lado para descender y poder nacer. Que siga tomando muchos líquidos, también me presta su pelota de Yoga, me sugiere algunos ejercicios para aminorar las molestias de las contracciones y para que MiNene se acomode. Anda desatado, se mueve por toda la panza. También me dicen, que como es el tercero ya mis músculos abdominales están muy distendidos y que, él se encuentra muy cómodo con esto. Ya me había dado cuenta de los músculos, antes de embarazarme, luego tendré que ver como lo soluciono. 😦

La causa de las contracciones tan fuertes fue el tacto que me hizo el Ginecólogo. Resultaron falsas al final de cuentas, porque no se regularizaron y hasta me permitieron dormir, aunque sea por breves lapsos durante el día y parte de la madrugada. Falsas, falsas, pero bien dolorosas. ¿Qué será de las verdaderas?

11:30 p.m.

El sueño me vence. A dormir.

Domingo 26 de Agosto del 2012.

3:00 a.m.

Tengo buen rato despierta, las contracciones están a todo lo que dan. Anduve limpiando el cuarto de las niñas, ordenando cada zapatito de la Barbie, figura geométrica, peluche y canica que me salía al paso y tomando el tiempo entre las contracciones. Me dí otra ducha caliente, tomé más agua, comí algo. Quisiera aliviarme hoy, aquí está mi esposo y no tengo el pendiente de la escuela de Mija, pero no será cuando yo quiera, sino cuando Él y MiNene quieran. Cronómetro en mano y anotando cada período, espero a que se regularicen. Me vuelvo a dormir a pesar del dolor.

6:00 a.m.

¡Hambre hambre hambre! Voy por algo para desayunar, mientras pongo la lavadora, al paso que voy se me hace que no nace hoy.

10:00 a.m.

Mis hijas y miEspo se van a Misa, yo me quedo en casa tendiendo ropa, estoy yendo al sanitario a cada momento, no quisiera interrumpir la liturgia con mis constantes salidas. Las niñas están orando por nosotros, para que ya nazca el hermanito, que ya le quieren conocer, cargar y cambiar el pañal. 🙂 Aunque MiBeba insiste en que su hermanito no sale porque no quiere usar pañal. 😉

He seguido con el manchadito de sangre, además de expulsar un poco de mucosidad café un tanto descolorida. Sueño, contracciones, más sueño. Ando como los bebés con «el horario volteado» durmiendo en el día, activa en la noche. 😦

12:00 p.m.

Me llama mi Partera para ver como ando, ya le doy razón, me dice que camine, que me ayuda a bajar al bebé; que todo sigue bien, que haga más ejercicio con la pelota y que cualquier cosa ahí está ella. Por si esto fuera poco, su familia y amistades también están orando por nosotros. ¡Gracias Dios!

3:00 p.m. 

Salimos a lonchear, con ese pretexto pues a caminar. De ahí nos pasamos al bosque a que las mijas jugaran en los mecánicos y a tomarnos algunas fotitos. No sé cuanto tiempo pase para volver a sacar a paseo a mis criaturas, ellas lo disfrutan mucho, yo también aunque ahorita lo que quisiera es estar en cama.

5:30 p.m.

Me visitan mi hermano y miMamáO, ella viene a quedarse unos días por si me alivio en la semana. He aquí, que no le habíamos dicho nada a mamá, por no preocuparla y ahora que ya está en casa… ¡no sé cómo decirle lo del parto! Tampoco a mi suegra le comentamos, pero ella con sus poderes mágicos (y con las vecinas comunicativas) no sabemos como diantres, se enteró. Y dijo que no estaba a gusto con nuestra decisión. ¡cómo si alguna vez lo hubiese estado! En fín, tenían que saberlo, pero no queríamos malas caras, desaprobaciones y consejos no pedidos.

Lunes 27 de Agosto del 2012.

Por la mañana, hable con miMamáO, y para mi gran sorpresa, sólo preguntó el porqué, le dije que no quería volver a pasar por esto. Y me apoyó. Se quedó tan tranquila. Yo no podía creerlo, para mi fortuna, reaccionó muy bien. Descansé y me relajé muchísimo con esto. Creo era algo que me tenía al filo, pero ya pasó, Bendito sea Dios.

El día transcurrió igual, tranquilamente, pocas contracciones. A esperar la noche para recibir las contracciones fuertes y tal vez a miNene.

Mi Partera me recomienda hacerme un ultrasonido mañana, si es que todavía no me he aliviado, de preferencia con otro especialista porque quería una segunda opinión y claro, checar como va el líquido amniótico y la placenta principalmente.

Martes 28 de Agosto del 2012.

Salgo a buscar donde hacerme un ultrasonido por la mañana, ya que mi Gine me atiende sólo por las tardes. Después de andar un buen rato, subir y bajar, encuentro un local donde no es tan caro y lo realiza un médico, aunque la partera me recomendó que me lo hiciera con un radiólogo, no encontré por aquí cerca.

En lo que llega el médico, me tengo que chutar una sarta de sandeces que platican la secretaria, su sobrina y la mamá de esta. ¿Porqué? Porque la sobrina está embarazada y empiezan con las mismas cosas de siempre.

-Me quiero aliviar en el IMSS pero que me atienda bien el doctor y luego le pago por fuera el parto – sobrina embarazada
-Ya ves Fulanita no se alivió (¿Se quedaría de muestra?), el esposo la internó y le hicieron cesárea (¡Ah! ¿eso es NO aliviarse?)- mamá
-¡Anda tú! pero pagaron $21,000.00 por la operación. Es que ella no quiso aliviarse, porque quedan más aguadas. (¿En serio? O.o) – Secre
-No, pero Perenganita ya está muy vieja, ya se quedó así sin tener hijos -¿Cuántos años tiene? -32 (¡OMG! Entonces ¡soy una momia!)- mamá
-Es que la vida está muy difícil, ya no son tiempos para andar teniendo hijos (¡Ah Dioh! ¿Entonces cuando?)
-¡Pero estás tan amarilla niña! Has de tener anemia -Me acaban de sacar la sangre -No, tú tienes anemia ¿O te asustaste?
-Y luego mi hija, recién aliviada de cesárea, la hicieron que caminara. Se desmayó y se golpeó la cabeza contra la mesita de servicio, yo que andaba cargando a mi nieto, casi aviento al muchachillo pa’ salvar a mi hija, con una mano el bebé, con la otra mi hija y con un pie acerqué la silla, mientras gritaba… -Help!

Y así, por el estilo. Yo rogando al cielo que ya llegara el médico. Al fin arribó el hombre, me pasa, me hace el ultrasonido ¿Qué cree? (¡ay, ouch, argh!) que ya hay más líquido amniótico que el viernes, la placenta sigue en fase 3, el niño ya se acomodó con su espalda a un lado, que estoy lista y que en cualquier momento saldrá ese chamaco. Esto me tranquiliza un resto, ya me voy al mandado muy contenta y agradecida con Dios.

De regreso a casa, le llamo a mi Partera, le paso reporte y dice que todo está muy bien, que a menos que me súper urja aliviarme podríamos intentar métodos naturales para acelerar el parto. ¿Sabe que? No. No quiero acelerar nada, mi preocupación eran el nivel del líquido amniótico y la madurez de la placenta; mientras estos no representen un grave problema, por mí me espero a la 40 ó 41 o lo que MiNene quiera.

El día transcurre relajadamente, MiNene se sigue moviendo cuando como dulce, o cuando le hablo. Se me vienen las contracciones muy fuertes cuando hago corajes… así que procuraré no hacerme mala leche e ignorar actitudes y comentarios que sólo me enfadan. Aunque a veces… es casi imposible 😦

Miércoles 29 de Agosto del 2012

No puede ser… no sucede nada… contracciones fuertísimas de madrugada, todo tan tranquilo durante el día. Mi partera está en constante comunicación vía telefónica, me da ánimos, me alienta, me tranquiliza… MiNene tan a gusto en la barriga ¡Ya quiero verte!

Jueves 30 de Agosto del 2012

Mija tiene su cita con el dentista, gracias a dios aquí está MiMamáO quien la lleva a revisión. Yo, no quiero caminar, no tengo ánimos de salir, creo que si me voy a la calle comenzaré trabajo de parto en plena banqueta.

Viernes 31 de Agosto del 2012

Y yo sigo tan tranquila.

Tuve la feliz ocurrencia de ponerme a barrer y trapear la cochera, que ya estaba que daba cosa, me cansé muchísimo y me tardé más de una hora. Me dolió todo mi redondo y embarazado cuerpo.

Durante el día me dieron las contracciones, especialmente a la hora de la comida, luego se me calmaron. He traido mucho sueño, sólo pude recostarme un rato, alrededor de media hora por ahí de las 4:00 p.m.

A las 5:00 p.m. me fuí al consultorio de mi Gine, sin cita. Y ándale que por andar de impulsiva, el médico vino llegando hasta las 6:30 p.m. Me estaba quedando dormida, me sentía muy cansada, débil, desforzada tal como un fuerte resfriado. Creo que me estoy quedando ya sin fuerzas.

A mis cuentas estoy comenzando la semana 40. El doctor sonriente y amable, como siempre, me pasa (¡Gracias a Dios se le olvidó la llave de su consultorio y tuvo que revisarme en el de cardio, por lo que no tuve que subir escaleras!). El pulso del bebé muy bien, mi presión también, la placenta ya muy madura (lógico, por la edad gestacional), el nivel del líquido amniótico que había subido hasta 12 ahora bajó de nuevo, otro tacto y me dice que traigo 5 de dilatación ¿Y las contracciones apá? Las contracciones bien gracias y ¿la familia? Nada, que seguían irregulares, dolorosas pero irregulares.

Y con una cara de apuro, me dice mi Gine:

-¡Váyase de inmediato al IMSS! si sigue esperando que le den las contracciones más fuertes se me va a venir aliviando en el taxi, vaya a su casa, recoja sus cosas, encargue a sus hijas (quienes me acompañaron al consultorio) y se me lanza al IMSS, busque al Dr. fulano de tal, dígale que va de parte mía y que lleva 5 de dilatación, ¡no espere más!
-¡Ok, Doctor! – Le digo -Pero si me voy ahorita al IMSS… ¿qué me van a hacer? ¿Me romperán las membranas y me inyectarán oxitocina? ¿Me provocarán el parto como con las niñas?
-Es lo más seguro- me contesta. -Ya no debemos esperar más, ese niño ya está listo para nacer, yo creo en la madrugada ya estará saliendo el muchachito.
-¿Y usted estará mañana sábado en urgencias del IMSS doc?
-No, yo voy hasta el lunes.

¡Chicles y chocolates! Llegó el momento… mi corazón se detuvo un momento, dió una voltereta al estilo matrix… y se aceleró al máximo. Me lanzo con la bendición del doctor y con el corazón en la boca, a mi casita mientras mis hijas gritan por todo el boulevard: ¡Ya va a nacer el hermanite!

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Semana 39

Bien, se llegó la semana 39 y MiNene está tan a gusto que no ha querido salir del nido. O llegar al nido. O volar al nido. Como sea.

Estos días han transcurrido entre mucho sueño, mucho cansancio, arranques repentinos de energía, ganas de llorar y sobre todo, preocupación, por lo del bajo nivel del líquido amniótico. Así, consejos por aquí, consejos por allá, he tomado muchísima agua, otros líquidos, le bajé a la sal en las comidas, caminé de nuevo, poco ejercicio (a gatas y otros).

Extrañamente he dormido más por las noches, aunque me levante seguido, el rato que duermo descanso bastante, cosa que no pude hacer en mis embarazos anteriores. Y si me pega el sueño a las 12:00 p.m. o a las 3:00 p.m., pues voy y me recuesto, 20 minutos o más… y a seguirle.

Noté que hoy ha estado muy tranquilo, así que antes de ir al doctor le hablé, le dije que si ya estaba listo para nacer hoy, empezó a moverse de nuevo como diciendo que sí y lo sentí contento. ¡Mi ángel hermoso!

Llegué temprano con mi Ginecólogo, fui la segunda en pasar, me hace el ultrasonido y me dice que la placenta está madura en grado 3, que es normal por mis semanas. Que ya no tiene circular de cordón (el cordón umbilical enredado al cuello); está encajado y por eso es que he sentido menos movimientos. Sí se mueve, pero más suave y esporádicamente. El ritmo cardiaco está muy bien, la irrigación también. Yo sigo con mi presión normal, pese a que estoy súper inflamada por la retención de líquidos, gracias a Dios no he sufrido de Preclampsia, todo ha transcurrido tranquilamente (si así pudiera decirlo, a excepción de lo que usted ya ha leído por aquí).

Me dice también que ahora hay más líquido que la vez anterior, que estamos en el límite, pero que le da mucho gusto que se haya generado más de lo esperado. 😀 Todo sigue apuntando a parto, me hace tacto (¡ouch!) y… me encuentra con 3 de dilatación. Confirma, efectivamente, MiNene ya no tiene circular de cordón, el parto es inminente, de hoy al domingo.

¿Qué sigue? Esperar las contracciones, el desecho del tapón o el rompimiento de la fuente, lo que ocurra primero. De mientras sigo «partida en dos» con mis dolores lumbares.

Que repose, descanse, duerma, ponga los pies en alto y me cargue de energía para lo que viene :).

Aún así, si no me aliviase, me da otros 8 días, no quiso desprenderme las membranas, prefiere que la naturaleza siga su curso. Lo único malo, es que si nace este fin de semana, él no me atendería porque estará fuera de la ciudad. Sin embargo, el apoyo que me ha brindado todo este tiempo y sus palabras de aliento me conforman.

«Hermanita todo estará bien con usted, Dios le ha demostrado que está de su lado y así seguirá. Bendiciones para usted, sus hijas y su marido, verá como todo va a salir bien. En manos de Dios estamos».

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¡No quiero volver a pasar por esto!

Con eso de que me faltan días para dar a luz, me dí a la tarea de enumerar aquellas cosas por las que no quiero pasar de nuevo (en el hospital).

Lo que deseo fervientemente evitar:

  • Desprendimiento de Membranas. Se me indujo el parto con las 2 niñas, por la calcificación de la placenta. Con la primera me preguntaron y estuve de acuerdo. Con la segunda ni agua va me dijeron, sólo me metieron mano. Quisiera tener un parto donde todo transcurra natural, que rompa fuentes y salga el tapón rosa y toda la onda ¿Es mucho pedir?
  • Exceso de tactos. Ya sé que es el procedimiento y que es necesario. La primera vez, sólo me practicaron uno y estaba tan dilatada que ni sentí. La segunda vez dejé de contar después del tacto no. 10, ¡oiga! ya déjela mejor adentro ¡Chihuahua! D: Que nomás me faltó que el señor de la limpieza también diera su opinión.
  • Maniobra de Kristeller. Sí, esa donde una o dos personas te presionan con el antebrazo la parte alta del abdomen «para ayudar a bajar al niño». Es agresiva, dolorosa y peligrosa.
  • Episotomía. En ambos partos me la practicaron. El dolor de la cicatrización sinceramente no me deja a veces ni ir al baño, ni sentarme, ni nada. El parto pasa y el sufrimiento acaba. La episotomía tarda, tal vez unos días, pero en el cuerpo se sienten meses. Se supone que lo hacen con el fin de evitar un desgarre, pero si éste fuera el caso, la recuperación es muchísimo más rápida que el de un corte.
  • Raquia. Me inyectaron en el 1° parto, era innecesárea. Yo llegué con 7 de dilatación al hospital y dilaté muy rápido, no me dejaban pujar porque estaban esperando a que llegara el anestesiólogo… sólo para cobrar dicho procedimiento. Eso, y el miedo a que me dañaran la espina dorsal y quedar paralítica y, y, y…
  • Suero. Posiblemente de este no me salve. En el 1° parto ni eso alcanzaron a ponerme, pero en el 2° me lastimaron mucho la vena, la enfermera me andaba poniendo el tubito enredado con la camilla, me retorcían la aguja, me lo tuvieron que cambiar, me dejaron amoratado el brazo con varios piquetes. ¿Para qué? 😦
  • Susto. Ya por acá le conté que no le limpiaron los conductos nasales a MiBeba y que tuvimos que llevarla la noche siguiente de su nacimiento de urgencia al pediatra, que atravesamos la ciudad para que la atendieran y le volvieran a la vida. Todo por aplicar una política del IMSS sin discernir si era el caso o no.
  • Malas compañías. No quiero tener la compañía de la vez pasada, una chamaquita que se esforzó en hacerme sentir vieja, irresponsable por embarazarme a los 35 y seca por no dar leche desde el primer momento. Con esas compañías, mejor estar sola. ¡Bah!
  • Regaños. No quiero nada ¿eh?. Es prácticamente IMPOSIBLE que no le regañen a uno por todo. En el particular me tocó una enfermera muy regañona, desde «desvístase que se le viene el bebé» pasando por «no respire así ¿qué no sabe respirar? ¡SE VA A CANSAR!» y finalizando con «¿Porqué se hizo en la cama?» ¡LA ACABO DE CAMBIAR!» ¡Qué pésima atención de esta mujer! Con la anestesia esa de la raquia, no sentía las piernas y no controlaba esfínteres. Se me salió la orina sin querer, le avisé a la enfermera, se tardó un buen en llegar, me regañó, me dejó otro rato empapada, luego vino y de muy mal modo cambió las sábanas. Esa misma enfermera, cuando apenas me estaba durmiendo (me alivié en la madrugada y eran como las 8:00 a.m.), llega me despierta y me jalonea, que me meta a bañar. Voy, me levanto de la cama como puedo, no me pone una silla en el baño, yo tambaleándome y ella se limita a pararse en la puerta a verme, sin ayudarme EN NADA. Al terminar me sermonea con que me puse mal la toalla sanitaria. Yo aún creo que se molestó porque mientras estábamos en quirófano mi ginecóloga le llamó varias veces la atención, porque se distraía y no le pasaba el material correcto. ¡Ah! Encima de todo me jaloneó y me puso a Mija en el pecho mientras me llamaba la atención por no colocarla correctamente «¿Pues que usted no sabe amamantar?» Pues no, no sabía, era la primera.
  • Inconsciencia. Y ¿qué le cuento del hospital público? No, no, que finura de niñas. Primero: cuando ingresé ni una sola de las enfermeras se acercó para decirme como estaba la onda. MiEsposo tuvo que andar navegando para conseguir una silla de ruedas. Cuando ya me tenían en el cuarto de doctores se la pasaban echando relajo, con la música del mp3 a todo lo que daba, brincando en la cama donde yo estaba, contándose los chismes del día. La niña que me puso el suero, como le comento, andaba medio nerviosa y primero lo enredo en las rejillas de la camilla, le tuve que explicar como lo desenredara y que me lo volviera a colocar. Me tronaron las venas, me lastimaron las manos y el antebrazo. Todo eso es nada, la mmmhqueladez mayor fue que estando yo en trabajo de parto, tendida en la camilla esperando pasar a quirófano, mientras me hacían el cuestionario de rutina… nombre completo, edad, fecha última regla, a que se dedica… salió al tema que atendemos un ciber ¿qué cree que me dice esta niña?:

-¡Ah señora! ¿tiene usted un ciber? Fíjese que tengo una computadora que me está fallando mucho, ya es viejita pero funciona. De repente ya no quiere conectarse a internet y luego el Word no abre y me pierde archivos ¿qué será? ¿tendrá virus? ¿estará muy llena la memoria? ¿le puedo cambiar el disco duro? ¿En que horario atiende? ¿Trabaja los sábados y domingos? ¿Dónde dijo que vivía? ¿Ahí mismo tiene su local? ¿En cuánto me saldría? 

-Sí permítame busco una tarjeta de presentación y se la doy, este es el número de MiEsposo para que le llame y le haga un presupuesto, ahora discúlpeme que viene una contracción fuerte y necesito mentarle la madre a alguien.

¿Acaso ahí quedó el asunto? No. Las contracciones cada vez más fuertes, el dolor en aumento, la presión, las ganas de pujar y de gritar, sudoración, palpitación. Y que comienzan 3 de ellas:

-¡Ay que padre estar embarazada! ¿verdad?
-¡Anda sí mensa! Pero tú estás bien joven y ni novio tienes.
-¿Y qué?¿No puedo tener mi bebé así sin novio?
-¡Claro que puedes buey! Con un amigo que te haga el favor.
-¡Pero son bien bonitos los bebés! ¿A poco no señora? ¿Cuántos tiene? ¿Es su primer parto?
-Sí, una, no, ¡puj, puj, puj! *¡ARGHHHH!*
-Ande señora pero también se siente bien feo las contracciones ¿ya la viste como está?
(O sea, estan casi encima de mí las tres fulanas platicando y hablan como si yo no estuviera presente)
-Sí pobrecita buey, ya déjala, mírala que apenas puede.
-Pues sí, son lindos los bebés. Pero más rico hacerlos. Ande señora, yo tenía un amigo… con derechos ¿Si me entiende?
-Sí, si entiendo, no estoy tarada, estoy pujando.
-Bueno, pues ese amigo y yo, cada que teníamos ganas estábamos ¡Y viera que rico lo hacía!
-¡OMFG! ¡A mí qué #»$#%»$&#%& me interesa si se lo hacía rico o no! ¡Estoy pariendo! ¡Llévense a estas jijas de aquí!

Mientras tanto, Gloria Trevi sonaba a todo lo alto en el reproductor de una de ellas y una cumbia en los altavoces del hospital, gritos a lo lejos, risas y barullos del personal. El de la limpieza pasaba, veía, sonreía sarcásticamente, seguía limpiando y yo pujando.

-Lo hacía bien rico- *ella, la enfermera pone los ojos en blanco* -pero al final lo tuve que dejar, porque me cayó gordo. Y porque no quería salir embarazada. ¿A poco no señora? ¿No es bien rico hacer bebés?

Ya no contesté, me limité a mirarla con aquellos ojos de Reagan a punto de expulsar el líquido verde de su boca.

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Semana 38

Ayer me tocó consulta con mi Ginecólogo particular. Estamos en la semana 38 ya. MiNene aún no encaja, pero ya está abocado. Resulta que el líquido amniótico es cada vez menos, suficiente pero ya muy poco. La placenta muestra signos de maduración, dice que no le preocupa tanto (en mis embarazos anteriores se me calcificó) como el nivel de agua.

Mis síntomas: fuerte dolor lumbar (como si me partieran en dos), palpitaciones en el bajo vientre y dolor vaginal (MiNene abriéndose camino). Tengo contracciones de Braxton Hicks, de momento me paralizan y luego sigo como si nada. Hinchazón generalizada, sigo con la retención de líquidos. Mi presión está bien, no tengo cefalea, ni sangrado. Veo gente muerta… digo, no, no, veo manchitas oscuras. Me dice el doctor que esté atenta por si veo manchitas brillantes. Pues hace 8 días sí ví, una única ocasión. 😦

Espero el martes los resultados de los últimos análisis que me practiqué, ese mismo día toca revisión con el Ginecólogo del IMSS (el de las cáscaras de nuez).

Bien, volviendo a mi Gine particular, me dice que el corazón y ritmo cardíaco de MiNene están en perfectas condiciones, que tiene buena movilidad y buenos reflejos. Que si no me he aliviado durante la semana me verá el próximo viernes, para evaluar los niveles de líquido y maduración placentaria… (aquí me suena a que tal vez, me vuelvan a provocar el parto). Es decir que estoy en días de conocer el rostro de MiNene.

Que repose, que no haga esfuerzos, que traigo un poco de anemia -normal en las últimas semanas-. La panza, muy, muy abajo. De hecho, ando con faja estos días.

Una buena noticia fue que le renovaron el contrato y está laborando en la misma clínica del IMSS donde yo me atiendo, sería cuestión de «coincidir» y que me tocara aliviarme dentro de su turno, lo cual sería una bendición, aunque me dice también que, sólo son 2 ginecólogos atendiendo a más de 40 internadas, urgencias, partos, cesáreas y consulta.

A decir verdad, los doctores que me han tocado en mis partos han sido buenos, las pésimas son las enfermeras. 😦

Entonces en eso quedamos. Estoy en días. No sé si serán 14, 10 ó 3. Falta poco.

P.D. MiBeba le dice a MiNene: ¡Ya encájate hermanito, para que nazcas! 🙂

Acá más información:

Semana 38 ¿Qué está pasando?

Semana 38: El Milagro de 9 meses

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En Espera…

No, aún no nace MiNene. Estoy a 2 semanas de que lo haga. A pesar de querer decir tantas cosas, compartir tantas emociones, me descubro muda frente al teclado. No atino a plasmar en palabras lo que estoy sintiendo.

El tiempo transcurre lentamente para tenerle en brazos, apropiadamente para que termine su formación, rápidamente porque no he terminado de alistar la canastilla. Estoy un poco ansiosa por que ya nazca y  a la vez, me estoy tomando todo con demasiada calma.

Ya han comenzado los dolores lumbares muy fuertes, que no las contracciones, pero sí son intensos. También palpitaciones en el bajo vientre, calambres y molestias en el pecho (como cuando baja la leche).

Hay noches en que me la paso de la cama al baño, del baño a la cocina, de la cocina a la cama, y así cada 2 horas o menos. Otras noches duermo «de corridito». Anoche se me fue el sueño. Antenoche a las 9:00 p.m. yo ya estaba encamada.

Me volvió el asco, ahora me da por hambre. Si en determinado momento siento un vacío en el estómago y no lo satisfago, empiezo a querer devolver. Basta con comer algo para que pase el malestar.

La energía es muy subjetiva. De pronto estoy trapeando toda la casa o bien, como ayer, fui de compras y pasé varias horas de pie (llegué muerta); otro día estoy sentada con los pies en alto o queriendo dormir toda la tarde. normalmente no lo consigo, me recuesto y si no está MiBeba bailando el jarabe tapatío encima de mí, llegan clientes al ciber o llaman al teléfono, etc.

Que descanse, me dicen. Que guarde energías… la verdad no sé en donde guardarlas. Cuando me llegan los ánimos, me pongo a limpiar y ordenar. Cuando no, pues ¿qué hago? hay 2 pequeñas que atender, la casa, la comida, el ciber…

Siento que la noche me llega muy rápido y que no alcancé a hacer nada, pero igual no me mortifica mucho ¡Mañana lo haré! Yo no era de las de «mañana» , yo suelo ser de las de HOY y ahorita; más este cuerpo mío ya no me obedece.

Me canso fácilmente, respiro con dificultad, los dolores en la entrepierna de pronto no me dejan dar un paso. Si permanezco mucho rato sentada no puedo levantarme. Si estoy mucho de pie, batallo para sentarme.

He subido de peso menos que con mis embarazos anteriores, aún así, me siento muy pesada. La ropa, como había comentado, ya no me queda. Es más ya ni la de MiEsposo me queda. A veces lloro, porque veo con tristeza que las fuerzas no me alcanzan para hacer todo lo que quiero hacer.

Sin embargo, soy feliz. Feliz de llevarle en mi vientre, sentir cada movimiento, cada reacomodo, cada patadita, cada hipo. Duele sí y me hace feliz. Soy feliz de vibrar en su misma frecuencia, saber si está cansado, triste, alegre, entusiasta, desconcertado. Sentirle y vivirle.

Posiblemente sea la última vez que disfrute estas sensaciones, aún no lo sé. No sé si me animaré a tener otra criatura después de los 40, o si MiEsposo esté de acuerdo. De mientras, disfruto esta vida que crece dentro mío, en mi matriz, en mi corazón, en mi piel, en mi mente.

Como quien espera encontrarse con su fiel enamorado, después de meses de no verle, así le aguardo yo.

Mis hijas bellas le hablan a la panza: «Te quiero mucho hermanite» «Ya quiero que nazcas» «¿Quién es ese bonito shi bebé?» «Te quiero aunque no te conozca». MiNene pega de maromas deformando por completo mi barriga.

-¿Te duele mamá?- Pregunta Mija cada que lo ve moverse.
-Sí hija, pero es un dolor bonito, porque es la nueva vida que hay dentro de tí.
-No sé si me gustará tener un bebé, si me va a doler así.
-No importa el dolor Mija, importa que pronto estará en tus brazos.

-¡Oooy! ¿Qué estás haciendo hermanite? – Pregunta MiBeba cada que lo siente moverse.
-Está jugando-bailando-saltando
-¿Está saltando la cuerda con el listón (cordón umbilical)?
-Sí hija, eso hace.
-¡Te quiero hermanite!- le grita.

¡Que ya nazca! ¡Que ya nazca! Vociferan mis hijas. Nacerá cuando tenga que hacerlo, les contesto, no antes, ni después.

P.D. Y cuando llegue ese momento, sé que mi Señor estará conmigo, tomándome la mano y susurrando al oído: Sí se puede, tú puedes, él puede.

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Aún No Estoy Lista

¿Ya tienes todo listo?

Me preguntan constantemente, la respuesta es: NO. En realidad, no tengo nada listo, ni el cuarto del bebé, ni la canastilla, ni tengo seguro a mi Ginecólogo para aliviarme en el IMSS, ni biberones por si acaso, ni carriola… lo único que tengo es su cuna, eso, porque es heredada si no, tampoco la tendría.

Hace unas horas me recordaba MiEsposo, que cuando a MiBeba le faltaba un mes para nacer, ya tenía lista la pañalera con lo que necesitaba para el parto. E igual, su cuna -que es la misma que usó Mija- ya estaba adecuada e instalada en el cuarto de Mija. En ese entonces mi cuñada me prestó una cunita más pequeña, la cual estuvo un año en mi cuarto y me facilitó enormemente la lactancia.

Cuando era Mija la que estaba por nacer, tenía su cuarto listo, decorado y equipado. La canastilla la tuve lista mes y medio antes de lo planeado.

Faltan varias cosas para MiNene, me han cuestionado sobre porque no hago un Baby Shower. Sí tenía planeado hacerlo, como con mis hijas, pero la verdad estos días (voy en la semana 37) me he sentido tan cansada, que lo que menos quiero es organizar una reunión (por pequeña que esta sea).

Había planeado pintar el cuarto, decorarlo con motivos de barcos y aviones, un par de ángeles volando por ahí, forrar los cajones (como siempre lo hago), tener los artículos de higiene a la mano… tristemente, dejé todo a la procrastinación. Y ahorita, no tengo ánimo. Sí, me desespero de ver el cuarto tirado, todavía con flores y mariposas porque fue el primer cuarto de Mija, con ropa encima de los muebles porque es donde plancho… hace meses ví un estampado muy lindo en una tienda de telas, para mandarle hacer las cortinas, nada, no he hecho absolutamente nada.

No sé que me pasa, me estoy pasando de tranquila. Lo único que he hecho para MiNene ha sido comprarle una poquita ropa de segunda mano, pero en buen estado. Y para el parto, pues hago unos pocos ejercicios que me han recomendado, a veces no los hago, otras sí…

No sé si será el calor, o que tengo 2 chiquitas que atender, o el ciber, o que de repente no organizo bien mi tiempo…

Ok, esto no me quita ni la alegría, ni la esperanza, ni la ilusión de conocerle, de olfatearle, de besarle.

De hecho, ahorita (2:00 a.m.) estaba haciendo espacio en mi clóset para guardar su ropita y ordenar sus artículos de higiene (cuando los tenga)… sí ¿qué tiene? se me fue el sueño y con esta panza no lo pude alcanzar, así que mejor aproveché la madrugada para limpiar y guardar… y escribir un poco.

Estoy contenta, MiNene se mueve en mi vientre, danzando una canción de amor, estoy tranquila aunque a veces el dolor sea tan intenso que me tenga que volver a sentar. Sé que todo saldrá bien en el parto, que todo nos irá bien con la lactancia, que mis hijas lo adorarán en cuanto lo conozcan y que MiEsposo siempre, siempre me apoyará.

P.D. No tengo nada listo, sólo mis brazos para arrullarle, mis pechos para alimentarle, mi regazo para dormirle y mi corazón para amarle.

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Niños Amamantados, Niños Felices

Mi bella Louma de Amor Maternal nos hace esta invitación a participar en el Carnaval de Blogs «Niños Amamantados, Niños Felices»: 
«Como todos los años, celebramos la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2012del 1 al 8 de agosto como forma de dar visibilidad, difundir los beneficios y normalizar socialmente la lactancia materna.
Tras el tremendo éxito que tuvo la iniciativa «Bebés amamantados, bebés felices», la verdad es que me apetece repetirla – tomando en cuenta esta vez la sugerencia que me hicieron muchos de ustedes tras su publicación hace un par de años, de llamarla «Niños amamantados, niños felices»– así que ese será el lema del Carnaval de Blogs para celebrar la Semana Mundial de la Lactancia Materna en este año 2012.
 
Están todos invitados, a ayudarnos por esta semana, a quitarle el «peso científico» a la lactancia y a mirarle el lado «light», dulce, gracioso, cotidiano y humorístico.
Si tienes blog, participa publicando alguna reflexión, anécdota graciosa, poema, canción, foto, video, etc. enfocado en el lado light de la lactancia materna»
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-Mamá: Cuándo yo era bebecita chiquitita shí bebé, ¿me dabas lechita de tus cachetes (pechos)?
-Sí mi amor.
-Y cuando nazca el hermanito ¿También le vas a dar rica lechita de tus cachetes?
-Eso espero hija.
-¿Y vas a llenar las tetas (biberones) para que nosotras (Mija y MiBeba) le demos también?
-Cuando se necesite, sí corazón.
-Pero… La leche de tus cachetes… ¿Tiene chocolate para que le guste al hermanito?
#Plop
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¿Te animas a participar? Ellas ya lo hicieron. 😀

Publicado en Maternidad

#DiaLactancia: Todos Unidos Con La Lactancia Materna

Desde el blog Maternidad Continuum lidereado por Pilar Martínez nos llega esta bella iniciativa:

«El 1 de agosto es el día mundial de la lactancia materna y da comienzo la Semana Mundial de la Lactancia Materna (del 1 al 7 de agosto). Desde la blogosfera maternal implicada con la lactancia, queremos impulsar una iniciativa preciosa: conseguir que la lactancia sea el tema más hablado en twitter durante un día y usar nuestros blogs como medio de difusión para fomentar la lactancia.»

Primer experiencia. 

En mi primer embarazo no tuve la información necesaria para lactar adecuadamente a Mija. Veía a un ginecólogo particular, que jamás me habló de la Lactancia y al unísono asisitía al médico general del IMSS, quien tampoco mencionó siquiera la posibilidad de dar pecho a mi bebé. Al finalizar el séptimo mes de embarazo me mudé de ciudad, encontré una ginecóloga que, tampoco me habló ni me aconsejó ni nada. Entre mi grupo de amigas, sólo una (mi comadre) me envío información acerca del calostro y los beneficios de la lactancia materna. Algunas lo mencionaban así, someramente, me platicaban sus experiencias pero, sin entrar en detalle. Mi Mamá Gelo dió pecho a sus hijos por 3 meses y como que le daba vergüenza hablar de ello. MiMamá estaba tan desnutrida, que creo que sólo nos dió pecho un mes, mucha asistencia no me ofrecía. 😦

El día que Mija nació, dormíamos ambas en la habitación, yo en la cama, ella en la cuna. De pronto, la enfermera irrumpió, la levantó y me jaló bruscamente la bata, me acomodó de muy mal modo a Mija y empezó a ordenarme que me la pegara y a regañarme porque no la colocaba correctamente. Perdón, pero era la primera vez que me ponía una criatura al pecho, no tenía la más mínima idea de que la boquita debe cubrir el pezón y la aureola, que hay que evitar que trague aire, que tenía que ponerla a repetir… algo había leído entre tanta revista, pero nada, nada recordaba en ese preciso momento. Me sentí ignorante e impotente, sobre todo porque no me salía nada y la saliva de Mija comenzaba a irritarme el pecho.

Volvimos a casa, vivíamos en una privada, algunas vecinas me dieron consejos, pero nada funcionaba. Lo peor fue cuando una de ellas me dijo que ella tenía tanta leche, que debía ponerse ¡pañales en los pechos! para absorber el exceso del preciado líquido. ¡Dios! Habían pasado tres días ya y no me bajaba nada.

La tarde de ese tercer día, salió por fín el calostro. Yo me sentí la mamá más feliz del mundo y a partir de ahí iniciamos nuestro propio camino. No tuve grupo de apoyo, ni tribu, en el IMSS no me informaban nada, los pediatras que consultaba siempre me mandaban a la formula y sólo se limitaban a indicar: pecho cada 3 horas, 10 minutos de cada lado, agua tibia si se constipa, y tán tán.

Algo tan despersonalizado y mecánico no me hizo desisitir. A Mija le salió su primer diente al 4° mes y no era molesto. Sin embargo, a los 9 meses tenía más dientes y no dejaba de morderme. Ya era mucho el dolor y ella no comprendía que debía dejar de hacerlo. Ahí terminamos nuestra lactancia. Con todo, fueron bellos momentos compartidos, una conexión que jamás había sentido, derroche de ternura y sobre todo, disfrutar su sonrisa al quedarse profundamente dormida en mi regazo después de haber lactado.

Segunda experiencia.

Cuando tuve a MiBeba no esperé a que llegara la enfermera a regañarme, apenas me la dieron y la coloqué en mi pecho. Igual que con Mija, el calostro me bajó hasta el tercer día. No me consideraba experta, ni nada por el estilo, pero mucho influyó que en esta ocasión yo estaba muy tranquila, ya no hice caso de los comentarios mal/bien intencionados de la gente, estaba más informada, ahora sí había tenido pláticas en el IMSS con la trabajadora social y había leído más. Esto se reflejó en MiBeba, quien fue muy dulce y rápidamente aprendió a prenderse, nunca tuve grietas ni irritación, nunca me mordió, todo estuvo simplemente genial. A MiBeba la dejé de amamantar al año casi un mes, pues entré a estudiar y me ausentaba por las mañanas. El extractor me causa mucho dolor, por lo que no fue opción para nosotras. Esta experiencia fue muy enriquecedora, MiBeba y yo tenemos un lazo muy fuerte, y creo, firmemente, que la Lactancia Materna nos ayudó a ello.

Tercer experiencia.

Esta historia está aún por escribirse… 😛