Publicado en Personal

¿Qué Es Un Amigo?

Día de la amistad, 3

Conservo un recorte de periódico de los años ochentas, no sé el nombre del autor, lo cito textual a continuación:

«¿Qué es un amigo? Yo te lo diré. Es una persona con quien te atreves a ser tú mismo. Él no quiere que seas mejor o peor. Cuando tú estás con el te sientes como si fueras un prisionero que acaba de ser declarado inocente. No tienes que estar tenso. Puedes decir lo que quieras mientras seas realmente tú. Él comprende esas contradicciones en tu naturaleza, que lleva a otros a juzgarte mal. Con él respiras libremente. Puedes dejar salir tus pequeñas vanidades y envidias, odios y chispas malévolas, tus maldades y absurdos y al mostrárselas a él se pierden, al disolverse en el blanco océano de su lealtad. Él comprende. No tienes que tener cuidado. Puedes abusar de él, olvidarlo, tolerarlo. Lo mejor de todo es que puedes estar callado con él, no importa. Él te quiere. Él es como el fuego que quema los huesos. Tú puedes llorar con él, reír con él, rezar con él, a través de todo él te ve, te conoce y te ama.

¿Un amigo? ¿Qué es un amigo?

Sólo aquel con el que te atreves a ser tú mismo.»

P.D. Gracias por cada momento compartido a lo largo de estos cuatro años. ¡Feliz año nuevo!

Publicado en Personal

Traumas de mi Adolescencia III

El trauma de Houdini

«Fiebre Menuda» era un programa de TV local donde se presentaban jovencitos y jovencitas bailando las canciones de Menudo y otras que andaban muy de moda (Wake Me Up, Tarzan Boys, 99 Red Ballons).  En estas transmisiones promovían un nuevo grupo llamado Tenis (igual que Ciclón, creo que casi nadie los conoció); no sé ni como me clavé con ellos, me sabía las canciones, conocía sus nombres ¡Hasta les mandé una carta! que muy amablemente me contestaron -y aún conservo en mi baúl de los recuerdos-.

¡Ande! Pues que venían a la Laguna los chamacos estos. Se armó un concurso donde llevando un dibujo o cualquier cosa alusiva al grupo te daban un pase doble para asistir al «concierto» que presentaban en el Auditorio Municipal. Ya sabe usted que yo estaba más puesta que un calcetín, no sólo hice el dibujo, sino que me aventé el logotipo en plastilina. ¡ah! y lo metí al refrigerador para que no llegara derretido, con los calores que hacen en mi tierra. Obvio me dieron mis pases dobles. Ahí voy FELIZOTA porque los conocería en persona.

Llegamos al Auditorio muy temprano, y no sé porqué, no logró recordar si mi mamá me acompañó o si sólo me dejó con una amiguita. Eran otros tiempos y no se veía tanta cosa como ahora. Total, ahí estaba yo cantando y gritando y bailando y haciendo el ridículo. Ps sí. Estaba padre el ambiente.

En esas que me dan ganas… de ir al bañou… pero no me quería perder nada. D: ¡TOING! ¿A que hora es el maldito intermediooooooooo? ¡Qué me lo hagooooooo!

Al fín dejaron descansar gargantas (de las fans, claro, que los Tenis hacían Play-Back) y córrele-que-te-alcanza-que-ya-mero-se-sale al sanitario.

En ese instante el Auditorio creció en dimensiones y el pasillo caracólico parecía más bien un laberinto infernal ¿el baño? ¿el baño? ¡AWWWW! ¿On ta?

Sabía muy bien donde estaba, he asistido varias veces al inmueble,  pero con la confusión del momento me confundí.

¡Ahhhhhhhhhhh! Hice lo que tenía que hacer. Bien. En eso, se oye por los altavoces: «tercera llamada, tercera llamada» y yo, rápidamente empujo la puerta y na’. No se abre. ¿? Vuelvo a empujar con más fuerza y nanais. ¡Ora sí ya la amolamos! Todas las demás chicas ya habían salido corriendo, el baño estaba solo y yo sin poder abrir la puertota. La golpeé con las manos, le dí de patadas, me aventé de espaldas. No cabía por la parte inferior y treparme al escusado no era opción debido a la altura de la puerta.

Me tragué mi vergüenza y me puse a gritar: ¡Ayuda! ¡Auxilio! ¡Abran la puerta! Para entonces estaba bañada en sudor y bien asustada. Por eso es que no me puedo acordar quién me acompañó y porque no le pedí que fuera al baño conmigo, tal vez para que no nos ganaran los asientos… 😦

El tiempo pasaba, yo desesperaba. Una muchacha iba pasando y escuchó mis gritos, me dijo: ¡Voy a abrir! y después de jalar 3 veces ¡lo logró! y que la voy viendo… era la chica principal que bailaba la de los globos rojos, sí, esa que salía en la tele…

-¡Muchas gracias!- Casi le beso los pies, salí corriendo despavorida a buscar mi lugar y sólo alcancé a escuchar una o dos canciones más, de pronto me dí cuenta que la chavalada pasaba presurosa por los pasillos, y ahí voy de borregota. Nos amontonamos a la salida del recinto y logramos ver cuando los muchachos se subían a la Van que los llevaría al aeropuerto. Yo le grité a Jorge y no me creas pero volteó a verme y me mandó un beso. ¡Wow!

El lunes cuando fuí a la escuela… que me voy topando de frente con la muchacha que me liberó… ella estaba en Prepa y yo en quinto de Primaria ¡Trágame tierra! Sólo se sonrió y siguió su camino. ¡Fiu!

P.D. Desde entonces primero me aseguro que la puerta se pueda abrir antes de ingresar al wc 😉
P.D.2 Cada que escucho a Nena y sus globos rojos como que me da el reflejillo 😦 mmmh asociación que le dicen.

Publicado en Personal

Traumas de mi Adolescencia II

El Trauma de Mujer Soltera Busca

Había un muchacho que me gustaba mucho, M-U-C-H-O, todo lo mucho que puede gustarte alguien cuando estás en secundaria (*Nota mental: Recordar borrar esta entrada cuando haya contestado los comentarios -si es que hubiere alguno- y antes de que a Mija se le ocurra venir a leer lo que escribió su azulada madre). Y yo le gustaba a él. ¡Oh, sí!

Pasó un ciclo escolar y el muchacho no se decidía a hacerme la pregunta de la andancia. Sí esa de ¿Quieres andar conmigo? ¡Chicles!

primeramor

Entró al colegio una chica nueva. De piel morena clara, cabello lacio y oscuro, baja de estatura, delgada, bonita, inteligente, amiguera, platicadora. De entrada a mí me cayó bien. Pero yo a ella no. Hizo una fiesta a los pocos días de ingresar al colegio, a la cual -por supuesto-yo no fui requerida. A raíz de esa fiesta noté que las compañeras se distanciaban un poco de mí. ¡Bueh! ¿Qué se le va a hacer? Uno es tan firme y fuerte en la secundaria como una roca. ¡Ajá!

Decían que nos parecíamos, a mi no me parecía el parecido. Siempre tuve muy claro que ella era mucho más linda y fina que mua. Pues bueno. Sucedió entonces que me enteré que a chica-nueva le gustaba mucho, M-U-C-H-O, el muchacho-mucho… MI muchacho-mucho. Todo el salón (algunos profesores y madres también) lo sabía, sabían que nos gustábamos (y mucho)… ahí sí pegué el brinco.

¿Qué cómo de qué quiobules qué qué? Chica-nueva se acercaba a muchacho-mucho a invitarle unas sodas, a pedirle apuntes, a chulearle el walkman ¡atrevida!… y ahorita que me estoy acordando, también iba sobre mis amigas, lisonjeando a G (de la que hablé en el post anterior) y mareando a M (mi otra mejor amiga), haciéndoles regalitos, ja-ja-ji-ji por los pasillos… no, de veras no nos parecíamos, porque yo no tenía el recurso económico de ella, ni su coqueto lunar junto a la boca… y si ya está usted entonando el Cielito Lindo me voy a empezar a enojarsh.

Un día, como cualquier otro, nos pusieron, no sé porqué, a concursar en el pizarrón en una clase de Matemáticas. Yo, presumida por naturaleza, dije: aquí va la mía. Y por andar de tontarrona, me ganó. ¡Strike One! Entonces, pensé, esta chava es de armas tomar, es muy inteligente, andaré con cuidado.

Sufría yo. Como condenada. ¡Ay de mí! Yo tanto que lo quería, él tanto que me gustaba y no me hacía caso, le sonreía a ella, ella le tocaba el hombro, él se dejaba querer… ¡awwww! ¡Sírvame otra limonada doble!

Luego, me la encontré llorando. Mi síndrome de «llora-que-te consuelo» me obligó a acercarme a ella. Me contó algo muy personal, que a nadie jamás conté. Eso me hizo sentir empatía. Nos empezamos a tratar y recuerdo bien que me dijo (volteándome la tortilla) que las muchachas del salón le habían dicho cosas muy malas de mí, que yo era muy envidiosa y chismosa, etc, etc, etc. Que por eso ella no quería hablar conmigo, pero que se daba cuenta que estaba equivocada, que en realidad era buena onda (y yo dejándome endulzar el oído) y que podríamos ser amigas.

¡Sí! ¿Pero mi hombre ejem, muchacho-mucho?

Bueno, tú sabes que me gusta mucho, pero no quiero interferir entre ustedes.– ¡Oh, pero que retebuenaonda es esta niña!

Días después (que en lenguaje post-infantil equivale a meses), la chica-nueva me contaba que ahora le gustaba otro chico-ex-de-mí.

Y ándate que empezamos «a andar» el muchacho-mucho y yo. Enamorados, emocionados, adolescentados y atarantados. [Inserte aquí un suspiro].

Ese mismo día, chica-nueva se hizo novia del chico-ex-de-mí. ¿O.o?

Que me va invitando a su casa. Eran los días previos a la Navidad. Voy toda nerviosa, miPapáA tuvo que llevarme hasta su hogar, que quedaba muy retirado de donde yo vivía. Toco la puerta, sale su mamá, me hace pasar a la sala, y me pregunta: (esta típica pregunta que cuando me la hacen se me retuercen las entrañas)

-Así que ¿Tú eres la FAMOSA Azul Celeste que tanto ha hecho sufrir a mi niñita? ¡Strike Two!
-¿Yo?-¿yo o sea yo?
-¡Sí tú!¡No te hagas la mosca muerta!- ¡En la mad… otra vez el insecto sin vida!
-¡Mamá!- Intervino chica-nueva
-¡Ay bueno!¡Estaba bromeando!¡Es que mi niña me cuenta TODO! Lo bueno es que ahora ya son amigas.

¡ZAZ!¿Se imagina usted como me sentía? ¡Una adulta reclamándome en su casa que quedaba en el más allá del infinito y yo sin una moneda pa agarrar un camión y largarme a mi casita! Fue la tarde más larga de mi vida, comimos, jugué con su hermanito menor, fuimos a por los regalos de Navida’ y allá a las cansadas me recogió mi apá.

Aquí no acabo la cosa. Despuesito me enteré que muchacho-mucho quería andar con chica-nueva y conmigo al mismo tiempo. ¡A volarsh! Y lo que era obvio para todos menos para mí, que chica-nueva seguía enamorada de muchacho-mucho y solo andaba con el chico-ex-de-mí para que yo me tragara el cuento de su amistad y desinterés en muchacho-mucho.

Años después, paseaba cerca del colegio (ya casada y con Mija) cuando me topé con la Directora.

-¡Hola! ¿Cómo está mi Chica-nuevita? ¡Strike Three!

P.D. Tal vez, en el fondo, sí nos parecíamos…

Publicado en Personal

Traumas de mi Adolescencia I

El otro día Mija me preguntó que qué época de mi vida me gustaría volver a vivir. Si me lo hubiera preguntado de soltera (lo cual habría sido por demás extraño, ya que ella todavía no existía)  posiblemente habría contestado que mi adolescencia. Pero no porque me haya gustado mucho, no, sino para tratar de no cometer los muchos errores que cometí durante mi estadía en ella. Pensándolo bien, mejor no.

Sería divertido volver al cabello parado con gel  (en ocasiones con agua azucarada, lo cual me traía bastantes problemas con las abejas y las moscas), escuchar a LuisMi, Flans, Timbiriche y un largo étc. en casetes, usar los mallones y los blusones, andar en bicicleta de Lerdo a Gómez, hablar horas por teléfono -público-  con tan sólo 20¢ y bailar como si no hubiera mañana. Ehhh… de hecho eso lo puedo hacer, pero lo de los mallones sería sin salir de casa y cambiar los centavos por monedas de $5.

20091130-ropa ochentera

Sin embargo (y empiezan los peros)… volver a sufrir vivir los traumas adolescentes, como que no es mi fuerte. Detallitos que creí superados, que de repente salen a flote, como para agarrar aire y se vuelven a sumergir en el océano de los recuerdos. No sé ni porque los traigo a colación pero hay dos traumitas, o tres, o una docena, que me andan rondando el cerebro, o el corazón, o el estómago…

Son las 3:00 a.m. y yo debería estar dormidota al lado de MiNene, pero no puedo pegar el ojo. No tiene que ver con lo que estoy escribiendo, es sólo una angustita atorada en el centro del pecho, escribo para distraerme y dejar de pensar un poco…

Abroche su cinturón, viajaremos al pasado, demos un vistazo al antier.

El Trauma de Yo no Fui, Fue Teté.

Estoy en el turno vespertino de la secundaria, en un colegio particular. Tengo amigas y amigos, un par de compañeras que no me caen muy bien (ni yo a ellas), varios profesores medio lunáticos y otros que si nos saben enseñar. Es pesado estudiar de tarde, especialmente a las 3:00 p.m. en que una hace la digestión y el sol está en pleno. Hace un par de días una compañera me propuso hacer algo bobo: una lista con los nombres de todos los alumnos del salón y sus apodos. Acepté más por curiosidad por enterarme como me nombraban a mis espaldas, que por otra cosa.

En el salón son todos muy carrillentos, yo procuro no llamarles por sus motes, aunque la mayoría los conozco. Enlisto los nombres en mi cuaderno, mientras esta chava me dicta los apodos. Algunos son ingeniosos, otros ofensivos. ¿En serio quieres que escriba esto? A ella parece divertirle mucho, a mí no, pero finjo, me río tontamente, no sé ni porque me río. En fin.

Salimos al recreo, alguien se ha enterado de la lista y voltean a verme feo. Me piden prestado el cuaderno, yo lo paso descuidadamente y de pronto recuerdo que ahí traigo la mentada lista, se lo arrebato a quien me lo pidió, le arranco la hoja, la arrugo toda y me la guardo. Le devuelvo el cuaderno y me dice: ¡Ya no, gracias!

Mmmmh… ¡Chicles! ya la regué de nuevo.

Regresamos del receso, una de mis mejores amigas G está llorando, no me gusta que lo haga porque cuando se estresa mucho le baja la glucosa y se pone muy mal, toda pálida y agitada. Intento acercarme a ella, se me hace extraño que no me quiera platicar lo que le pasa, tiene algunos días portándose muy rara. ¿Qué bicho le habrá picado? ¿Se molestó porque me estoy juntando con E? Será mejor dejarla, por lo visto no desea mi compañía.

El profesor de Español está tardando mucho en entrar al salón. ¡Ah! Es que están hablando con él unas compañeras, y mi amiga G sigue llorando. ¿Pos’ que pasa?

El maestro entra y de buenas a primeras comienza a regañarme, así gachote en frente de todo el grupo. Pienso para mis adentros que de seguro es por la mentada lista de los apodos, ¡me lleva! ¡Nomás a mí se me ocurre hacerle caso a esta niña!

-¡Póngase de pie! – recita mi nombre completo con mis dos apellidos, apretando los dientes, tensando las venas del cuello, evidentemente furioso.
-¿Qué es lo qué ha hecho?- Grita a voz de cuello, abriendo los puños como en una película de Soler.
-¿De qué o qué?- ¡ay! ¿Porqué contesto así? El corazón se me agita.
-¿Qué tiene en su depravada mente? ¿Porqué se ensaña así con la compañera G?
-¿Perdón? ¿De qué me está hablando?- ¡Achis! ¿tanto escándalo por una lista de apodos?
-¡No se haga la inocente!¡Con esa cara de mosca muerta!¡Eso es lo que es usted!¡Una mosca muerta!
-¡No sé de que me está hablando! -¡Mah!¿Pos este profe loco?¿Qué tiene?¡Aw! Mi corazón…
-¿No sabe? ¿No sabe? ¿NO SABE? ¿o se hace?- Gritando.
-No, no sé, explíqueme.- El resto del salón con la boca abierta y sin hacer ruido alguno.¡ay! mi panza.
-Usted con su malévola mente, indujo a sus compañeras a escribirle una carta denigrante a esta pobre muchacha (G), donde la ofende, le dice que es una cualquiera, que nadie la quiere y que todos la detestan ¿Pero qué maldad anida en su corazón para cometer tal acto?
-¡Yo no hice eso!-¿WHAT? ¿Que QUÉ? ¡Esto no trata de los apodos! ¡Trágame tierra! ¡Se me sale el corazón!
-¡Claro que fue usted y no se atreva a contestarme! ¿Con que derecho?¡Es usted una maldita!-¡PUM! tiro en la sien
-¡Pues seguramente sí lo soy!- Salgo caminando súper enojada y sacada de onda-Nooooo, ¿Qué acabo de hacer decir?
-¿A dónde va? ¡Regrese inmediatamente! ¡No le he dado permiso de retirarse! ¡VUELVA!

¡Mangos, pos qué!

Afuera del salón, me siento en las escaleras, quiero llorar pero no puedo, estoy muy nerviosa, algo así merece expulsión, pero yo no lo hice, pero ¿Cómo voy a convencer a la Madre Directora de que yo no fuí? Si todo mundo sabe que somos mejores amigas y que nos hemos distanciado, y ahora con lo de la lista de apodos… ¡qué vergüenza si le hablan a mi papáA! ¿Y si me expulsan? ¿Y si me quitan la beca? Mis papás no pueden pagar la colegiatura ¿Qué voy a hacer? ¿Porqué nadie dijo nada? ¿Quién escribió esa carta? ¿Porqué nadie me defendió? D:

De pronto aparece una compañera de Prepa del matutino ¿Qué tiene que estar haciendo aquí en la tarde? No lo sé. Me ve como estoy alterada, quiero correr a mi casa y al mismo tiempo me quedé congelada en el segundo escalón. Le platico lo que acaba de pasar, me consuela y me dice que si yo no hice nada malo, nada malo me sucederá. Si yo digo la verdad Jesús está conmigo. ¡Tiene razón!

Limpio mis ojos y volteo hacia arriba, el profesor está de pie frente a mí.
-Le pido una disculpa, perdóneme, me porté como un patán.
-¿? @.@
-Sus compañeros han confesado, fueron ellos quienes lo hicieron, para castigar a G.
-¿? O.O ¿Porqué o de qué o cómo?
-Dejaron que la inculparan y ahora se sienten mal por lo que la regañé.
-Acepte mis disculpas – Pone una rodilla en el suelo.
-Asiento con la cabeza.
-Pídame lo que sea para resarcir el daño.- ¿Ya pa qué? 😦

Pues sí. El regaño fue en público y la disculpa en privado. ¡Diantres!
P.D. Nunca supe los motivos de esa carta, mi amiga G y yo volvimos a hablarnos, pero ya nada fue igual…

Publicado en Cine

Wreck It Ralph

Wreck-it-ralph-poster1

He de confesar, así de entrada y sin anestesia, que cuando ví el trailer me dije a mi misma: MiMisma otra película más de Disney. ¡Naaaah que flojera! Y de videojuegos además. Y es que, ¿Sabe usted? ha pasado mucho tiempo, pero el efecto permanece… ha pasado mucho tiempo de aquel mal sabor de boca que dejó en mí «Las Vacas Vaqueras», que en su momento dijeron los de Disney «será la última película de animación tradicional», ¡ajá! ¿ y a luego? Pues como tantas otras cosas que dicen y luego se desdicen, no fue la última. Han sacado infinidad de películas posteriores a ésta, lamentablemente me transmiten un sentimiento de «usar y tirar», porque no logro empatarme con los personajes, la trama es muy sosa o no hay un buen diseño de imagen. Así que, cuando me toca ver Disney en pantalla grande llego a la sala con mucho escepticismo (salvo sus excepciones si de Pixar se trata -y los Piratas del Caribe-) . Recuerdo que recién se estrenó el trailer le dije a MiEspo: «Esta película va dirigida a los papás de los niños, aquellos que fueron niños y adolescentes en los 80’s» ¡Cof, Cof! Es decir… para mí. 😛 *ella va por sus anteojos apoyándose en su bastón*

Mmmh, la cosa es así: sí fuí niña y adolescente en los 80’s, sí jugué video juegos en maquinita: Pacman, Frog It y el de las navecitas, y párale de contar. No me la vivía en el arcade, pues ni tiempo, ni dinero para eso, yo me la viví en la biblioteca y en la Danza… ¡ay que sí soy una aguafiestas! Muchos de los personajes que aparecen en pantalla los conozco por mera referencia maridil, otros porque los sobrinos o primos tenían esos videojuegos en casa, otros porque los rentaba en el ciber y la gran, gran mayoría, no los he visto.

Bueno, ¡ya! A lo que te truje Chencha.

Los juguetes videojuegos cobran vida al irse los niños a dormir  y cerrar el negocio (¿Toy Story, pues?)

Entonces… tenemos a Ralph, el Demoledor, quien cansado de destruir todo lo que encuentra a su paso, día tras día, durante 30 años, decide que ya no quiere ser el malo del cuento juego (Shrek que siendo ogro hace las veces de Príncipe rescatador). Necesita una medalla para demostrarle al mundo que puede ser un héroe… pero no fue diseñado para eso... ¿Puede alguien rebelarse ante su código de programación? (¡En la Matrix!)

221245-Wreck-ItRalph-Header-e1339166384343

Aquí, luego luego, me entra una duda: ¿Porqué los ciudadanos del edificio tienen movimientos robóticos y se desplazan en el eje x y el eje y mientras Ralph y Félix Jr. sí se mueven en 3D? No sé si me expliqué, es como si los señorcitos estuvieran sobre rieles perpendiculares…

Los otros malos han aceptado su papel, en parte gracias a su asistencia a las reuniones de malos anónimos (que de anónimos nada tienen, todos son muy conocidos), pero Ralph es diferente, decide seguir los bits de su corazón, por decirlo de algún modo…(«Los peces son amigos no comida», Finding Nemo)

ralph-el-demoledor-disney-wreck-it-ralphRalph se las arregla para salir de su zona de incomfort y ganar una medalla en otro juego, donde conoce a la exuberante y agresiva Sargento Calhoun, quien tiene un triste pasado y comparte voz y personalidad de Sue, sólo para terminar perdiendo su deseada presea en otro juego…

tumblr_mdvdsyf0pm1rw8i1jo6_500

Acá conoce a Vanellope Von Schweetz, quien me cayó gorda en el trailer, pero al momento de identificar su Chilindrinesca voz hizo que mi chip se derritiera de inmediato… si Derbez le dió su personalidad a Burro en Shrek, María Antonieta de las Nieves hace lo propio con Vanellope, no soy fan del Chavo del Ocho, sí soy fan de la Chilindrina y ¡vamos! que terminó por caerme bien la chiquilla traviesa. (Me recordó muchísimo a otro grandote cuando conoce a una chiquita: Sully, el monstruo y la niña Boo, Monster Inc.) Resulta que Vanellope tiene un error en su código ¡Esto me atrapó! y no está programada para ganar… (¡Otra vez la mula al trigo!)

vanellope1

Otra alusión visual a Monster Inc. la encuentro en la central, de diseño muy muy parecida al portal desde donde envían a cada monstruo a su niño en turno. Aunque claro, que estamos a varios Terabytes de distancia con los gráficos manejados en las anteriores entregas de la casa Pixar. ¡Simplemente excepcionales!

wreck-it-ralph-oficial
El ritmo de la historia es vertiginoso, tienes que estar muy atento para no perder el hilo, al final ya sabes que siempre triunfa el bien sobre el mal, el amor todo lo vence, la amistad supera diferencias, acéptate como eres y tú puedes cambiar tu destino… y ya no te sigo contando porque ¡Tienes que verla!

P.D. Ya sé, ya sé, era Disney… lo que no me esperaba era el toque de John Lasseter ¿Eh, qué tal?

P.D.2 Para más información:

Sitio Oficial en Inglés
Te cuentan toda la película
Fanáticos del Doblaje
Una crítica que me gustó
Más y más de Wreck It Ralph

P.D.3. Acá mi parte favorita del mundo mundial

Publicado en Personal

Primer Amor

l era un niño algo rebelde, un poco adelantado a su edad. Solía jugar fútbol como pocos y era muy bueno en el «chinchilahua«. A veces peleaba con los compañeros. No era el más listo del grupo, ni el más borlotero, ni el más guapo. Tenía «algo» que lo diferenciaba de los demás. Un algo que captó mi atención.

En ocasiones me hablaba en el salón, me preguntaba sobre matemáticas o español. Le explicaba el tema y notaba que se ruborizaba. Pensaba que le daba pena pedirme ayuda. Lo gracioso era, que no la necesitaba.

Un día, al salir de  clases, un amigo de él me dio una carta en secreto: era una petición formal para ser su novia. ¿Su novia? ¡Dios mío! ¡Mi corazón iba a estallar! No puedo recordar si le contesté de inmediato o todavía me dí el lujo de pensarlo, la cuestión es, que había que escribir  la respuesta en el papel y así lo hice. Aquella misiva no volvió jamás a mis manos, estaba sellada con un .

El colegio no contaba con un árbol hueco para usarlo como buzón. Su amigo me entregaba las cartas, las mías las recibía por una amiga. Palabras de amor escritas por un par de chiquillos, que no tenían idea de lo que estaban diciendo. Corazones cruzados con una flecha, renglones llenos de «Te quiero», sueños que nunca se realizaron.

Los viernes nos llevaban al parque de en frente. Él dejó a sus amigos jugando futbolito, yo dejé a mis amigas jugando a las barbies. Sentados los 2 en una banca, uno a cada extremo de la banca… no nos atrevimos a mirarnos. Los compañeritos se asomaban «discretamente» hacían como que la pelota se les iba en esa dirección o pasaban caminando y nos veían de reojo. No creo haber sentido tantos nervios como en aquella ocasión.

Al siguiente viernes, nos sentamos de nuevo en aquella banca. Con un plumón negro pintamos un corazón con nuestras iniciales. Nos vimos a los ojos. Los suyos eran color miel. Sonrió y se fue corriendo.

Otro viernes llegó, la misma banca, nuestra banca, nos esperaba. Sacó de su bolsillo un águila de madera con un pequeño crucifijo al centro. Me pidió que la guardara como se guarda un tesoro. Besó el amuleto y lo colocó en mi mano. Y así estuvimos una eternidad. Con nuestras manos entrelazadas… cada quien desviando la mirada, buscando estrellas en pleno día.

Hubo una función de matiné para colectar fondos pro-algo. Todo el salón debía asistir. Él me estaba esperando dentro del cine, apartó un lugar para mí. Mi mano en su mano, los latidos de mi corazón no me dejaban oír.

El curso escolar terminó al llegar el verano, aquel dulce amor también. Jamás hubo un beso, ni un abrazo, ni siquiera un adiós. Sólo 2 pequeños corazones latiendo emocionados por primera vez.

P.D. Años después me enteré, que algunas epístolas eran tan bellas, que «los amigos» se quedaron con ellas. Yo conservo el resto.

Publicado en Personal

Recuerdos de mi adolescencia

¡Oh Dios Mío! ¡Estoy que lloro! Años de búsqueda rindieron fruto la madrugada de hoy, que como tantas otras noches, se me fue el sueño y no lo alcancé.

Eran los 80’s.
Era una odiosa pre-adolescente.
Era el boom de los grupos juveniles: Menudo, Chicos, Chamos, Chavos… y un larguísimo etcétera bombardeaban las revistas, los pósters, la radio y la televisión (Do you remember Always in Sunday or Stars of 80’s?).  Entre estos grupos, surgió uno que se separaba un poco de los demás. Los integrantes eran más bien jóvenes y no tanto adolescentes, tenían timbres de voz muy diferentes al resto, nada fresas, daban la impresión de ser «los chicos rebeldes de la cuadra».

Era el grupo Ciclón y estaba integrado por: Paco (nieto de Tito Guízar – Allá en el Rancho Grande allá donde viviiiiiiia), Chico, Roger, JuanJo (Papá de Danna Paola – Sí, la Patito Mexicana, sí, esa) y Malone. Y apenas me entero de quien creo a este grupo… ni siquiera voy a mencionar su nombre… 😦

No me considero la gran fanática, pero me gustaron mucho 2 canciones en particular: Por favor paren al mundo y Todo. La primer canción sigue siendo tan actual como en aquel entonces, pudiendo consagrarse como el himno de cualquier jovenzuelo y  fue uno de esos chiripazos que ahora nadie, excepto yo y unos cuantos, recuerda.

La segunda canción ¡Ay! la segunda canción… me hacía (hace) sudar frío…  Pero ahora que lo pienso estaba yo muy chiquilla para andar entonando esa letra. Aunque actualmente me siento algo mayor para seguir tarareando esas estrofas… ¡Oh! ¿Quién me entiende? En fin, ya lo mencioné, era una odiosa pre-adolescente.

Pues sí, al fin encontré un link de descarga de sus 2 discos y he escuchado unas 20 veces la canción Todo. Además hallé algunos videos en youtube y a otros raros especímenes que como su servidora, gustan de esta música.

¡Bravo por el Internet! ¡Bravo por quienes comparten! ¡Bravo por quienes comentan! ¡Bravo, ya me voy a dormir!
Aquí la canción: Todo
Aquí un video: Por Favor Paren Al Mundo
Aquí los discos: Ciclon: Para no pensar en ti y Sentimental

P.D. Con las letras actuales en las canciones, creo que al final, me vi muy ingenua.