Gravity

Era viernes y sí tenía ganas de ir al cine.

Anunciaron que 12 años de esclavitud (12 years a slave) se estrenaba el pasado fin de semana, y ahí voy toda emocionadota con MiEspo SIN niños (al cielo miMamáO irá), con mi boletito de 2×1. Nada, nada, que sí se estrenó, pero en el DF porque aquí al rancho nunca llegó. 😦 ¡Mah! ¿Pos ora? Hay que aprovechar la salida, preguntamos y todavía ¡TODAVÍA! estaba -sólo por esta semana- la de Gravity, sin descuento y en 3D… ¡Órale pues’n!

Cuando la estrenaron no tenía la más mínima curiosidad por verla. Pero, al momento en que Cuarón sale con su famoso ¡Ay weee! en los Globos de Oro, dije: ¡Tendré que verla! Añeñe. Ya sé que soy de las últimas en verla, no le hace, de hecho hoy sale en DVD en Estados Unidos de Norteamérica. ¿Y?

Tenemos a la Dra. Ryan y al astronauta Matt Kowalski en medio (arriba, abajo, como sea) del espacio reparando el telescopio espacial Hubble. Todo es paz, tranquilidad y armonía, cuando sorpresivamente, un viejo satélite en desuso es atacado, provocando una gran carambola de basura espacial. Deben abortar la misión so pena de ser alcanzados por un pedazo de chatarra viajando a miles de kilómetros por hora.

Dicho y hecho, los restos golpean el Explorer, dejando a Ryan a la deriva, sin comunicación con la tierra y sin nada que la detenga. ¿Qué se hace en estos casos? ¿De dónde se agarra uno digo yo? No es como en el mar, que puedes nadar o simplemente flotar hasta que la marea te lleve a la orilla…

Bueno, pues eso. ¿Se salvará Ryan? ¿Morirá en el espacio? ¿Kowalski hará algo aparte de sonreír? ¡Madre mía de Guadalupe! Hace mucho que una cinta no me tenía al filo del asiento, con el Jesús en la boca y el corazón a punto de salirse por las orejas. Oiga y es que eso del espacio y el mar abierto, a mí me da una especie de paniquillo. Aparte de que no sé nadar, tampoco sé dirigir mi humanidad en gravedad cero.

Ya he declarado en ocasiones anteriores, que el 3D conmigo no va. Aquí no había de otra, y la verdad es que es espectacular, yo me andaba agachando para que no me fueran a rebanar los sesos aquellos trozos de metal. Sigo sumamente impresionada preguntándome ¿Cómo hicieron para grabar todo eso?

Bullock hace un excelente trabajo, logra transmitir toda la angustia y desesperación de quien ve escurrir la vida de entre sus manos. Su respiración, su rostro, su cuerpo en posición fetal, nos hace pasar -y sentir- de la desesperanza a la alegría, del arrepentimiento al miedo.

Clooney hace de Clooney, galán, gracioso y con experiencia, creo que formó una buena mancuerna con Bullock.

Se nota que hubo mucha investigación, todo se ve tan real y se maximiza esa sensación con el uso del 3D. ¡Lástima que sean gafas tan usadas, sucias y rayadas! Con lo que cobran era para que las tuvieran en un mejor estado ¡Caray! 😦 Hubo momentos en los que no sabía si veía borroso por el vaho del casco de Ryan o por lo maltratado de las gafas.

Por otra parte, hay ciertos errores científicos en su manufactura, aunque sinceramente, es lo último en lo que me fijaría a la hora de los trancazos. Para los clavados, dejo el enlace al final.

La fotografía es de Emmanuel Lubezki ¿Es necesario agregar más?

Pues me encantó, casi que la veo unas horas antes del Óscar. Y definitivamente, no es para niños, aunque sí para adolescentes (Mija la verá esta semana). Y no digo más, si usted ya la vió plátiqueme sus impresiones, si no la ha visto ¡Consígala en DVD! 😀

Más información:

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Te la cuentan toda
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Actualización

Cuarón y la Ley de la gravedad

¿Cómo la grabaron? Uno Cero nos da pistas y en Xataka una buenísima reseña del uso de 3D en Gravity.

Si ya la vió no deje de disfrutar el siguiente vídeo de Jonás Cuarón: Aningaaq