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Parto En Casa

Cada que me preguntan por qué decidí parir a MiNene en casa me encuentro recitando la lista de mis «No quiero volver a pasar por esto» casi de memoria y sin tomar aire. No es hasta que MiPart me pide por escrito los motivos que me llevaron a tomar esa decisión en que me detengo a reflexionar en ellos. Y es, hasta cierto punto gracioso, que teniéndolos (los motivos) me cueste tanto plasmarlos en palabras.

AD - Nacimiento (17)

¿Por qué tuve un parto en casa?

  • Anhelaba un ambiente cálido y familiar para recibir a mi hijo. En casa estarían MiEspo, Mija y MiBeba  con los brazos y los corazones abiertos.
  • Necesitaba la presencia de MiEspo apoyándome, soportándome, animándome, amándome. Que estuviera a mi lado -no afuera en otra habitación o lejos del hospital-
  • Deseaba fervientemente que mis hijas asistiesen al nacimiento de su hermano, que lo vieran sin que nadie les regañase, que lo vivieran natural -como es- sin miedo y sin engaños.
  • Esperaba un parto natural, sin anestesia para poder participar activamente, sin intervenciones innecesarias, quería sentir de nuevo el dolor y al mismo tiempo el gozo de dar vida, experimentar como un ser humano emerge de mi cuerpo, probar los límites de mi humanidad.
  • Pretendía demostrarme que a pesar de mi edad aún era capaz de atravesar el umbral del parto.
  • Ansiaba opinar, decidir, dudar, decir cualquier cosa que me viniera a la mente sin temor a ser callada, ni obligada a hacer algo que no quería.
  • Por respeto, por mi cuerpo, por mis tiempos, por mi voz interior, por mi hijo. Respeto que me había sido negado en los partos anteriores.
  • Por natural. Mi cuerpo esta diseñado para esa función, ¿Entonces?
  • Por confianza. Si Dios conmigo ¿Quién contra mí? Si MiPart está preparada ¿Qué más puedo pedir?
  • Por curiosidad. ¿Cómo será dar a luz en agua?
  • Por terquedad. Quería pujar, gritar, llorar, reír, orar a la hora que lo necesitara. Quería ser yo la que gritara, no el doctor.
  • Por comodidad. ¿En que otro lugar voy a estar mas a gusto que en mi propia casa?
  • Por intimidad. Dios, mi esposo, mis hijas, mi madre, mi partera y la doctora. Nadie más.
  • Por maternidad. Abrazar y besar a mi hijo apenas nacer, que nadie se lo llevase lejos de mí.
  • Mío. Quería un parto mío, un parto nuestro. Y lo tuve.

P.D. Gracias a Tirsa por animarme a realizar este ejercicio.

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¿Niño o Niña?

A petición de Cristina Rueda publico algunos tips que nos sirvieron para determinar el sexo del bebé que deseábamos procrear. Aclaro, son los que seguimos y nos dieron resultado, más esto no es garantía de que en todos los casos sean infalibles, como siempre, hay porcentajes y estadísticas que no siempre son favorables a nuestros intereses.

Tabla China

Esta tabla nos la presentó el primer ginecólogo que consultamos, nos contó que en sólo un caso no había acertado. Publico aquí la que yo he usado desde entonces, debido a que en Internet existen varias versiones de la misma y no coinciden en determinados puntos (justo los que yo he usado).

Por ejemplo: Si una mamá tiene 27 años y quiere concebir un varón, los meses más propicios para hacerlo son: Marzo, Abril, Junio, Septiembre, Noviembre y Diciembre. Si la mami tiene 30 años y quiere una nena, tendrá mayores probabilidades si lo intenta en Marzo o Mayo, no más.

Se trata aquí de la edad lunar, les dejo un enlace para la explicación y el cálculo de la misma: http://www.bebebola.com/i/edadchina.

Ahora bien, yo me guíe por mi edad ¿solar? y en los 3 casos coincidimos con la tabla. La mayoría de mis amigas también entra en la estadística promedio, sólo hubo una que no correspondió, igual de las personas que comentaron en el post anterior, sólo una no encajaba en la tabulación. Pero bueno, ahí está el recurso, ojalá le sirva.

Alimentación

Hay ciertos alimentos que modifican el Ph de la vagina y deberán consumirse durante mes y medio ANTES de la fecundación.

Si deseas Niña: Poca sal, mucho calcio y magnesio. Mariscos, yogures, queso sin sal, leche, avellanas, cacahuates, almendras, nueces, arroz, espinacas, agua mineral, verduras frescas, pan sin sal, frutas en conserva.

Si quieres Niño: Consumir más carne, pescado, legumbres, huevos, mantequilla salada, embutidos, sardinas, uvas, pasas y plátanos. Evitar semillas grasosas (nueces, cacahuates, almendras). Que tu esposo tome dos tazas de café una hora antes de tener relaciones.*

*Información publicada en Revista Crecer Feliz 1999 Año 4 No.8

Ovulación

Para Niño: Los espermas masculinos son pequeños, rápidos, débiles y numerosos, habrá que tener relaciones 15 horas antes de la ovulación. La carga de esperma de tu pareja debe ser idónea, por tanto se recomienda abstenerse de tener relaciones cinco días antes, que no use ropa  ajustada, ni tome baños calientes, vapor o sauna. La penetración deberá ser profunda, preferentemente desde atrás, el orgasmo femenino deberá darse antes que el masculino.

Para Niña: Hay que mantener relaciones frecuentes hasta tres días antes de la ovulación, los espermatozoides femeninos son largos, más lentos, longevos y fuertes; la penetración deberá ser poco profunda, frente a frente con el hombre arriba. Esto ya que los espermas femeninos viven más, pero avanzan más lentamente. El orgasmo femenino deberá ser posterior al masculino, o bien, abstenerse de llegar a él.**

**Recomendación del primer ginecólogo y de varias revistas especializadas.

El método de la Abuelita

Mire, este método jamás lo he probado, pero me consta que le dió resultado a mi Mamá Gelo y varias contemporáneas. Si usted quiere concebir una niña… Ehh… el método consiste en… después  de  tener relaciones, voltearse, cambiar de posición. Es decir, si usted estaba acostada con la cabeza en la cabecera de la cama, pues al terminar el acto deberá acostarse con los pies apuntando a la cabecera (O viceversa según). Si por el contrario, desea niño, pues se queda acostadita en la misma posición. ¿No me cree? Mi mamá Gelo tuvo 3 varones y al 4° intento probó el consejo y nació MiMamá. ¿Coincidencia? ¡Qué sé yo! Nota: Lo que sí desconozco, es que si estuvo ud. de pie ¿tendrá que pararse de manos? no lo sé, tal vez, a lo mejor, quien sabe.

Pues ahí tiene, ojalá sirva de algo.

P.D. y si le resultó efectivo, pues ahí me avisa por fas. Sólo para fines estadísticos. 😉

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Danza en paz

Día 12
Me toca hacer guardia nocturna en el hospital. Mis hijas están con mi marido, así que vengo tranquila (relativamente hablando). Espero ansiosamente que den las diez de la noche, en el lapso de media hora es cuando el Doctor en turno sale a dar el informe del estado de mi mamá Gelo. Será una noche larga. Sé que no la veré, me conformo con saber cómo se encuentra.

Los minutos corren, al médico le hablan de urgencias, se va él y todos los demás doctores. Ignoro si terminaron turno o se van todos a emergencias, normalmente las noches de fin de semana hay mucha actividad. Voy y me asomo al cuarto: Monitores, Cables, Reportes sobre la mesa, ruiditos… no hay una sola enfermera ni un sólo médico a quien preguntarle. Me quedo viendo un ratito las hojas con datos clínicos así como el monitor desde donde se observa la actividad cardiaca de mamá.

Allá está ella, respirando ritmicamente, luce como si no estuviera. Veo su cuerpo, más su rostro no refleja emoción alguna. Es muy extraño. No me acero, no quiero alterarla, sólo verla. En casa me levantaba por las noches a verificar su aliento. Igual, pero diferente… no sé cómo decirlo.

Pasa mucho rato, regresan las enfermeras, les pregunto por mi mamá, me regañan, que no debo entrar, que el doctor me hablará y me dirá que pasa. ¡La dejaron sola por mucho tiempo! 😦 Quiero suponer es porque está estable. Grave, pero nivelada.

Me siento como contorsionista, olvidé traer algún cobertor, la refrigeración está muy alta y yo ya no sé de que manera enroscarme-estirarme en las sillas del área de espera. Dormí a ratos en las sillas azules.

Día 13
Ya amaneció, cambiaron de turno, llegó mi tía a suplirme y el Doctor ni sus luces. Le dejo la tarjeta de teléfono: –Llámame por cualquier cosa, cuando te den el informe- le suplico. Decido ir a casa de mi mamá, en vez de regresar a la mía, hay mucho trabajo por hacer y me queda más cerca por si quiero dormir. Quiero dormir, pero no tengo sueño. Traigo mucha inquietud. Me siento muy muy extraña. ¿Será el desvelo?

Mi mamá ya me mandó a dormir varias veces, no obedezco… ella se empieza a sentir mal: la cabeza, el estómago… sólo espero en Dios, confío en que no tenga una crisis.

La casa está limpia, la ropa lavada, ya me duché, desayuné, comí, las plantas regadas… Suena el teléfono, una vez más el corazón se me estruja… es la voz de mi tía: -¡¡¡Ya, ya, vente rápido, traete a tu mamá, ya!!! – me dice sollozando. ¿Ya qué? ¿Ya se murió? ¿Ya se puso más grave? ¿Ya se la dieron? ¿?

Tiemblo, no me puedo controlar, el corazón me quiere estallar… ¿Qué hago? ¿Qué hago? Le llamo a mi hermano, le llamo a mi tío, pido un taxi… Me llama mi hermano que viene por nosotras, cancelo el taxi… Vamos a toda prisa al hospital –Cálmate mamá, tal vez el Doctor sólamente quiere hablar con nosotros– le dice mi hermano a mi mamá. Seguramente cuando lleguemos, nos van a salir con lo mismo: Está grave, pero estable.

Llegamos, bajamos mamá y yo, nadie nos impide la entrada, el corazón se me sale por la boca, el elevador no abre sus puertas, subo corriendo las 4 escaleras… veo a mi tía con un gesto de dolor… me toma por los hombros, me sienta en la silla mientras me dice… ya falleció… ya falleció la están desconectando…

Sale mi mamá del elevador, ve su cara, ve la mía… lo mismo… ahí las 2 sentadas, nos paramos, nos volvemos a sentar, mi mamá está llorando abrazada a mi tía… cuando volteo de nuevo ya están mi hermano y mi tío al lado de nosotros. Algo nos explica mi tía, que sus pulmones estaban muy dañados y le pusieron sangre (¿otra vez?) porque la hemoglobina estaba bajando… que el doctor había salido informando: Hice todo lo que pude…

La trabajadora social nos da las indicaciones pertinentes, nos lanzamos mi hermano y yo a casa por algunos papeles y la ropa para mi mamá Gelo. Mi mamá siempre fue muy organizada, sabíamos donde guardaba el contrato de la funeraria y su acta de nacimiento. Al tiempo que mi hermano hacía unas llamadas, yo abría un cajón de la cómoda y los ví…

Ví a mi papá Amadeo, sonriendo feliz, sus mejillas chapeteadas, era él. Escuché su voz llamándola: -¡Chapa, mi Chapa!* Su mano derecha tomó la mano izquierda de mi Mamá Gelo. Mi mamá lucía más joven, su rostro resplandecía, sonreía dichosa… la tomó, la abrazó, comenzaron a bailar dando vueltas, entre nubes blancas y azules. Atrás de ellos las columnas que ya había visto antes.

 

*Mi papá le decía Chapa, Chaparra de cariño
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Tengo Miedo

El año 2011 comenzó de maravilla para mí. Acepté la invitación que nos hizo mi tía prima a pasar el primer día del nuevo año en su casa de la Presa. Un cambio de aires me vino excelente, mis hijas disfrutaron mucho la visita, conviví con primos y tíos, todo estuvo súper.

Al día siguiente, aun con el alma alegre, reía junto a mi familia en el cyber, sonó el teléfono, era mi cuñada.

¡Qué raro!– pensé – Casi no me llama.

Mi mamá Gelo (abue) había sido trasladada en una ambulancia de la  Cruz Roja a la clínica del ISSSTE. Un movimiento extraño en su cadera le impidió dar siquiera un paso. El dolor era insoportable. Una fisura, antigua y no detectada a tiempo, era la causante.

-Necesitará una prótesis, en cuanto la evalúen, le programarán la operación – Dijo la voz al teléfono que cada vez escuchaba más y más lejana.

-Aun está en urgencias, pero en el transcurso de la noche la pasarán a piso – Urgencias… Piso… No puede caminar…

Acaba de cumplir 86 años, hace 2 semanas. Reía. Le regalé chocolates, sus favoritos. Reía. Fue a la reunión familiar donde le cantamos las mañanitas y gritamos porras, ahora es la mayor de la familia. Y Reía.

No comprendo. Debo estar soñando. De pronto no siento nada. Un hueco.

Si la operan, puede quedar en la plancha: su avanzada edad, la anestesia, la depresión…

Si no la operan, ya no podrá caminar: el resto de sus días tendida en una cama…

Tengo Miedo.

Tengo Mucho Miedo, ¡Maldita sea!

Tengo tanto miedo que ni siquiera puedo llorar. Ni el abrazo de mi esposo, ni los besos de mis hijas, ni las palabras de mis amig@s. Nada me quita este miedo que me apretuja el alma.

 

Mamá Gelo

 

Es mi mamá Gelo. Es la fuerte de la casa. Ella me crió, mi mamá siempre trabajó, durante un tiempo se fue a EUA buscando un mejor futuro, mientras mi mamá Gelo nos cuidaba a mi hermano y a mí.

Sobrevivió a sus padres, a varios hermanos, a su esposo. Y ahora no se puede mover. ¿Y si se muere? Está cansada, tiene depresión, ha vivido y ha sufrido mucho. Yo la he visto: creciendo para abajo, cada día va perdiendo su vitalidad. Ya casi no ve con sus ojo operado de catarata. Lleva varias caídas. Las manos le tiemblan. Su mirada pierde brillo. Todo se le olvida. Duerme durante el día.

¿Y si se muere? ¡Oh, Dios Mío! ¿Si muere mi mamita Gelo? ¿Qué será de mi mamá? ¿Qué será de mí sin sus besos? ¿Dónde encontraré sus manos arrugadas, la tibieza de su corazón, su cabello esponjado? ¿Quién me escuchará atentamente como sólo ella lo hace? ¿Cuándo sentiré de nuevo su risa en mis oídos?

¿Y si no la operan? ¿Cómo vivirá así? Ella riega sus plantas, hace la comida (y la hace tan deliciosa), limpia su casa… ¿Qué vida tendrá? ¿Cómo podrá mi mamá cuidarla? Morirá en vida…

Mi esposo no dice nada. Se limita a mirarme. Sus ojos lo dicen todo. De pronto me abraza.

Recibo llamadas de mis amig@s y familiares. Recibo mensajes de mis amig@s. Recibo mails de mis amig@s. Recibo tweets de mis amig@s.

Oraciones, bendiciones, abrazos, besos, buenos deseos. Todo es bien recibido. ¡Maldita sea la cosa, sigo teniendo Miedo!

Eso es egoísmoMe dijo alguien -Piensa en lo que ella quiere. Sí, tiene razón, soy muy egoísta, pensando en que será de mí, si una u otra posibilidad se transforma en realidad.

Voy a verla al hospital, me quedaré esta noche a velar su sueño. Luce tranquila, adolorida, pero en paz.

Fíjese que la señora de la otra cama no quiere comer, se quiere morir– me dice al oído.

Ya había hecho amistad con quienes cuidan a la «señora de la otra cama» y le sonreía pacientemente a cuánta enfermera llegaba a pincharle, perdón, a tronarle las venas.

Mamá: ¿Quiere que leamos los 5 minutos de oración?

-Sí, ándele

Abro el folletito y leo lo siguiente:

"No tengan miedo" (Mateo 5:1-12)

He aquí que de pronto dejé de sentir miedo. La mano de Dios obró en todo momento. La operación fue un éxito. Mi mamá Gelo está dando sus primeros pasos con la prótesis en la cadera. Todos sus hijos, mi hermano y yo a su alrededor. Bendiciones han sido derramadas sobre mi mamita. No puedo más que darle las gracias a mi Padre que se valió de numerosos ángeles para quitarme el miedo. Uno de ellos está leyendo en este instante este texto.

No tengas miedo, pues yo estoy contigo:

no temas, pues yo soy tu Dios.

Yo te doy fuerzas, yo te ayudo,

yo te sostengo con mi mano victoriosa.

Isaías 41.10


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Semana Mundial de la Lactancia Materna 2010

Del 1 al 7 de Agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2010; Vivian Watson de Nace una mamá y Louma de Amor Maternal invitan a todas las #mamastuiteras y a quien quiera unirse a la celebración, colaborando con una anécdota relacionada a esta preciosa actividad.

Semana Mundial de la Lactancia Materna

Yo que me considero #mamatuitera (en ocasiones más tuitera que mamá 😦 ) acepto la invitación y he aquí mi humilde aportación:

Cuando tuve a mi primer hija había leído que los bebés recién nacidos no sonreían, si acaso una mueca mostraban. Ella me enseñó que estaban equivocados, pues cada vez que le daba el pecho ella cerraba sus ojitos y sonreía. Y comenzaba a hablarle, a cantarle una cancióncita que yo inventé, entonces ella abría sus ojos y con el pezón entre sus encías y la leche asomándose por sus comisuras SONREÍA. Y sonreía de una manera tal que pareciera que todo el universo se detenía a contemplar esa sonrisa desdentada, chueca, recién nacida… Y sonreía y todo el cansancio y sufrimiento desaparecían instantáneamente al ritmo de esa sonrisa… Y sin soltarme sonreía hasta quedar profundamente dormida en mis brazos rendida de amor por mí, rendida yo de amor por ella…

P.D. Acá la cancioncita que inventé:

¡Que rica, que rica lechita de mamá!
¡Que rica, que rica lechita de mamá!
¡A mí me gusta mucho tomar lechita de mamá!
¡A mí me gusta mucho tomar lechita de mamá!
Para crecer grande y fuerte como mi papá
Para crecer grande y fuerte como mi papá
¡Que rica, que rica lechita de mamá! 😉

P.D.2 Acá el bellísimo vídeo que Louma realizó con algunas de las anécdotas:

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Breve Diccionario Mibebé-Español

abo – Árbol

acá – Prima, muñeca, vaca, boca

agá – Abuelita

a mmmh – Mío

amoi – Limón

ana, anana – Hermana

ashi – Nariz

atán – Campana

avai – Hi Five!

a voooy – Ya voy

ayayá – Backyardigans

ayó – Adios

balá – Bailar

bebé – Bebé, Niño Dios

bobo – Huevo

buobo – Ojos

cacá – Carreola

caí – Me caí, se cayó, se caen, vosotros caeis

calé – Caliente

chii – Chicle

cotó – Se cortó (la llamada telefónica), me corté (la piel)

lala – Leche

Mamá – Mamá, Mamá María, Mamá Lupita

mané – Mano

maish – Más

mono – Mono, muñeco, chango

NO – Respuesta estándar y automática a cualquier pregunta

oa – Hola

osha – Orejas

pagó – Apagar, prender

pain – Pan

pale – Paleta

palele – Paloma

Papá – Papá, Papá Dios

paplh – Papel

pata – Pata, pie

patá – Sopita

pate – Zapato

paté – Elefante

pato – Pato

payá – Pañal

payaya – Papaya

pelele – Pelota

Pipí – Pipí, traigo lleno el pañal!

Popó – Popó, cámbiame por piedad!!!

po – Perro

Pu – Winnie the Poo

Puca – Pucca

Puuuca Gaauuu iii amoo – Pucca quiere a Garu, divertido amor

shhh! – Callaos

shhh! fyío, pío – Que frío!

ta – Salud, Gracias, De Nada

ten – Tenis

teta – Galleta

tete – Leche

teté – Hermana

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Reunión Familiar

Pachita tenía 17 años cuando se casó. Delgada y muy derechita, de carácter firme y muy segura de sí misma, Pachita engendró una niña a la que nombró María de los Ángeles.  La pequeña Angelita creció y se casó a la tierna edad de 15 años, pues en aquel tiempo eso era lo que se estilaba. No tuvo hermanos, ni hermanas.  Sigue leyendo «Reunión Familiar»