Elvira, te daría mi vida pero la estoy usando

Es de noche, el bebé llora en la otra habitación. Elvira, su mamá se debate entre levantarse a arrullarlo o seguir en la cama. Gustavo, cansado, decide ir por cigarros. Y no vuelve más.

Elvira sale a buscarlo, pasa un día, pasan dos. Quien busca encuentra y Elvira se topa con ciertas pistas, que le dan indicios de que posiblemente, Gustavo tiene una aventura romántica. ¿Qué haría usted en su lugar? ¿Seguiría trás él («el amor de su vida»)? ¿Qué se vaya y no regrese el desgraciado? ¿Lo reporta al Locatel?

El peso de la historia recae totalmente en Cecilia Suárez, a ratos sobreactuada, a ratos naturalita como ella sola, siendo el resto del elenco meros accesorios para su lucimiento actoral.

Me ha caído muy en gracia el personaje de Luisa, la vecina religiosa, quien demuestra ser una verdadera amiga, a pesar de lo mal que la trata Elvira.

Me encanta ver a Mariana Treviño, a quién conocí en Tercera llamada (esto ya se lo había dicho, ya séeeee), no importa que su participación sea pequeña, es un gozo escuchar su voz y sus ocurrencias.

El ajonjolí de todos los moles, Luis Gerardo Mendez, tiene una participación, diría yo, modesta, como que no le dieron oportunidad de crecer su personaje, pocas líneas, poca intención. Es gracioso como nos podemos expresar de diferente manera acerca de la misma persona, mientras mi mejor amiga opina que el hombre está feo con ganas pero que actúa muy bien, yo pienso que está muy bonito el muchachito y que podría, bien dirigido, trabajar mucho mejor.

La señorona Angélica Aragón aparece dos minutos, haciéndola de mamá de Elvira. Y ya. ¿? ¿Ora? ¿Está de moda eso de salir y decir una línea o qué? ¿De que se trata esto?

La cinta es entretenida y tiene buen ritmo, el lío para mí fue, que me dejé llevar por mi entusiasmo, creyendo que vería una comedia con tintes dramáticos, terminé viendo un drama con breves toques cómicos (¿dramedy? leí por ahí). Y eso no se vale, yo iba preparada para reírme y terminé triste, triste y con el corazón estrujado.

Tanto en No sé si cortarme las venas o dejármelas largas como en Amor de mis Amores, el Director y Escritor Manolo Caro, adaptó su propio guión teatral al cine; en cambio en Elvira… la historia fue escrita expresamente para la pantalla grande. No sé que tanto influyó esto a la hora de filmar, pero siento que me quedó a deber. Con decirle que lo que más me gustó, no fueron ni las actuaciones, ni el desarrollo, sino… ¡la ambientación! En los funerales usaron una casa estilo art decó que era ¡simplemente hermosa! En el departamento de Elvira los muebles eran de la época de mis abuelitos, todo muy bien cuidado. Mención especial merece el hotel Boca Chica, en Acapulco, cuyos decorados sesenteros me hicieron pensar que en cualquier momento se aparecería por ahí Mauricio Garcés (las traigo muertas).

A pesar que en ratos Elvira puede llegar a ser sangrona, uno termina identificándose con ella, sintiendo su desesperación, su desasosiego, su llanto interminable al principio y su falta de lágrimas al final.

Es muy fácil caer en la locura…

Si ya la vió y tiene tiempo, siga leyendo por favorsh.

Reflexiono en un par de cosillas, ella es una esposa enamorada que ha sido traicionada, entonces si ella se acuesta con un perfecto desconocido ¿Está bien? ¿Está bien porque a ella la engañaron primero? y si no la hubieran engañado primero ¿Estaría mal? ¿Estaría mal porque ella engañó primero?

Si una se está quedando sin dinero ¿Se gasta lo poco que tiene en un viaje con un tipo? ¿No sería mejor guardarlo o invertirlo o esperar a juntar más? ¿De dónde sacó tanto dinero en tan pocos días de trabajo? ¿No sentía angustia por dejar a sus hijos todo el santo día?

¿Es así de fácil sostener relaciones con alguien que apenas conoces después de haber sido fiel durante doce años a tu pareja? ¿Lo hizo por deseo, por curiosidad, por venganza o simple locura? ¿Había visto usted un baño sin puerta ni paredes en la misma habitación del hotel?

Si el marido la amaba tanto como él mismo lo dice ¿Porqué la abandonó? ¿Pudo más su instinto que su razón? ¿Qué pensaba hacer cuando se acabaran las vacaciones? ¿Volver y pedirle el divorcio? ¿Desaparecer? ¿Y sus hijos? ¿Y el trabajo? ¿Y la Cheyenne apá?

Y ya mejor aquí le paro, que ya es casi la una de la madrugada. Es más, ni fórmula voy a dejar hoy. Triste. ¡Ah! El trailer, oiga, recuérdeme el trailer.

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Hotel Boca Chica
Crítica de Mabel Salinas
Crítica de Maximiliano Torres

Suavecito, suavecito♫