Postal de Navidad

Una de las cosas que más me gustan de la época navideña es recibir postales. En mi infancia era común que familiares y amigos, tanto si vivían en la ciudad, como si vivían en otra parte del país o en un lugar muy, muy lejano, enviaran sus saludos impresos. Ahí inicié otra de mis colecciones: las tarjetas navideñas.

Las que más me gustan son aquellas donde se retrata a la Sagrada Familia, el pesebre, los pastorcitos adorando al Niñito Jesús. Me llena de ternura imaginarme al pequeño envuelto en pañales, en los brazos de su madre bajo la custodia de su padre. Siempre he imaginado que si pudiera viajar al pasado, éste sería el primer destino seleccionado.

También me emocionaba mucho recibir postales americanas, tan diferentes en su contenido y diseño, mucho dorado, mucho Santa Clós, mucho inglés… ;-P

En apartado especial tengo las de los Reyes Magos, usualmente me preguntaba ¿Porqué ellos no vienen a mi casa? Pues era el señor de traje rojo quien nos visitaba a media noche del 24 de diciembre.

Hay unas tarjetas muy especiales, están impresas en papel celofán, traen a la Virgen María con el niño Dios. Como se transparenta me gustaba sujetarla frente a una lámpara y reflejar en el piso, como si fuera un vitral. Ya no me animé a hacerlo con una vela, si no, ya no existiría la pobre (con lo ocurrentita que era yo).

Ahí están guardaditas, para mostrárselas a mis hijos, cuando tengan edad suficiente para admirarlas, pedírmelas y negárselas. Ps sí oiga, que no guardo mis colecciones (ni muñecas, ni mugrerito y medio) para entregárselas a mis criaturas, no, seré egoísta y envidiosa, sí, mejor así, que andarles recriminando el resto de su existencia el haber mantenido por añísimos  una pieza para que ellos con sus tiernas manitas la desbaraten en tres minutos, o menos.

Ya me desvié de nuevo, total, que quería bajar las maletitas donde guardo mis recuerdos, escanear algunas y compartirlas digitalmente, pero, pero, pero, ni subiéndome en la silla alcanzo el objeto de mis deseos. Así las cosas, busqué en Interné imágenes parecidas a las que conservo, y vengo a enterarme que un señor Ferrándiz, español él, es el culpable de haber ilustrado mi niñez con cuentos, tarjetas de primera comunión, postales navideñas, étc.

Pa’ no hacerla más larga, le deseo una Feliz Navidad 2013, llena de amor, salud, trabajo, familia y amigos; descanso no, que para eso ya habrá tiempo.

P.D. Se cuida y nos leemos.

P.D.2. ¡Gracias por pasar por este humilde espacio! Entre la cena, las posadas, las pastorelas, los villancicos, los se me quemó el arroz y los envuelve y esconde ese que no lo vea, ¡y todavía se da tiempo de leer! ¡Gracias!¡Gracias!¡Gracias!

Ilustraciones de Ferrándiz
Postales antiguas de Navidad
Tarjetas de Navidad antiguas